Catalunya Barcelona Film team talks to Elisabet Compta about the origins of the Catalan language.

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Elisabet Compta

Entrevistado el 30 de junio de 2017 para la serie documental Catalunya Barcelona.

Sí, y tanto. En la época de la república, eran las mejores escuelas que había, de las más avanzadas. Buenísimas. Y no es broma, está muy comprobado.

Lo que pasa es que cuando llegó Franco, se lo desmontó todo. Todos los profesores, fuera, ilegalizados, no podían ejercer. Las dictaduras son así.

Todo lo que sonara a catalán, prohibido. “Hábleme en cristiano, todo el mundo”. El catalán, prohibido.

Pregunta.

Un químico que se dedicó a escribir la normativa y la primera gramática catalana. Hoy en día, sigue vigente en muchos aspectos.

Pregunta.

A ver, yo buscaba trabajo. Me casé a los 20 años, por lo tanto, necesité el permiso de mi padre para poder hacerlo porque la mayoría de edad era a los 21. Me casé, terminé la carrera y una vez casada, porque yo estudiaba filosofía y letras

y terminé a los 22 años. Por lo tanto, a los 20, me casé y terminé la carrera ya casada. Así, para celebrar que había terminado la carrera, me quedé en estado y tuve 4 hijos

bastante seguidos. Después, por motivos económicos, porque claro, con cuatro hijos, buscaba trabajo. Y claro, con filosofía y letras, no sabía bien bien qué buscar. Mi madre, leyendo el periódico Avui,

entonces estaba el periódico Avui, me dijo “Elisabet, he leído que buscan a profesores de catalán” Y dije, “Pero si yo no sé catalán.” Sé hablarlo porque en mi casa, se ha hablado catalán toda la vida,

y dijo “Sí, de tu promoción, del 64 al 69, como hicisteis lengua y literatura catalana, pues maestros de catalán”. Y claro, yo dije, madre mía, si yo tenía una hora de catalán a la semana y el catedrático no venía prácticamente nunca.

De lengua nada, de literatura hicimos un poco. Y así, me presenté y dije “¿Y si me examinan?” Y mi marido me dijo “Nada, te piden el DNI y es para contratarte”. Y me contrataron.

Me contrataron un 18 de enero, y el 21, empecé a dar clases de catalán. Estudiaba por las noches porque yo sabía poco catalán. Y por las noches, estudiaba 3 o 4 horas.

También me encontré con unos compañeros muy majos en el trabajo y entre todos lo montamos. Ahora, a raiz de esta entrada en la escuela, me volví catalanista. Catalanista separatista.

Eran profesores franquistas. Era una escuela donda solo había chicos, todos iban contra el catalán y cuando entré en clase, lo primero que me dijeron fue “¿Cuánto vas a durar tú? Porque eres la tercera que pasa este curso”.

Y yo dije “Pues hasta el final”. Pero aquello era una guerra diaria con profesores y alumnos. A raiz de esto, aprendí muchísimo catalán, me ha gustado muchísimo. Además, es mi lengua.

Continué y hace 10 años que me jubilé. Pero primero, se necesitaban solo maestros de catalán y yo pasaba por diferentes cursos impartiendo clases de catalán. Pero Joaquín Arenas, que es el encargado de la normalización lingüística,

me dijo “Chica, como ahora hay muchos que se sacan el título, haz oposiciones porque sino te encontrará con que no tendrás un buen trabajo”.

Hice oposiciones y seguí con el catalán. Mucha gente se sacaba el título pero no quería al catalán, lo hablaban muy mal y así iban los niños.

De todas formas, la normalización lingüística ha sido una maravilla. Porque quien más o quien menos, todos los chicos de hoy en día hablan catalán. Lo hablan cuando lo necesitan, pero tú vas al patio de una escuela y normalmente, entre ellos, se relacionan en castellano.

Por lo tanto, cuando decimos que aquí, están ninguneando al castellano, por el amor de dios, es una vergüenza, lo siento, eh, pero es que me enciende la sangre.

Pregunta.

Es un placer. En el pueblo no ha habido tanta inmigración. Hoy en día, hay mucha. En los pueblos de Girona y demás no ha habido tanta inmigración. Aquí, durante la época industrial, vinieron muchos inmigrantes del resto de España.

De España, perdón. Además, esa ya era una de las políticas de Franco, que viniesen muchos inmigrantes porque él quería abolir la lengua catalana, que implicaba la cultura,

la historia, todo lo que fuera catalán. Claro, pensaba, también es una forma de reconquistar Cataluña, ¿entiendes? Y aquí ha habido muchos problemas, pero como no se dejaba hablar catalán y como hemos estado acostumbrados al bilingüismo siempre,

los de mi generación, cuando una persona se te dirigía en castellano, tú contestabas en castellano. Y hoy en día, la cosa todavía funciona así. Tengo grupos de amigas y alguna habla en castellano.

¿Qué pasa? Que cuando estamos juntas, no te das ni cuenta. Con unas hablas catalán y con otras, castellano. Y este ha sido el motivo por el que aquí en Barcelona ha predominado el castellano. Depende de las escuelas que vayas, se hablará más catalán.

Pregunta.

Hombre, claro. Cuando empecé, nada, acababan de empezar. No había plan de estudios porque solo se enseñaba lengua catalana. Entonces claro, era organizarlo y siempre que podías, introducías algo más en catalán. Y lecturas en catalán, y bueno. Cuando murió Foix, que yo estaba en la escuela,

los profesores decían “¿Y quién es ese? Este no importa, no escribe bien.” Unas cosas brutales pero claro, lo más grave es que yo tampoco lo había estudiado. ¿Lo entiendes? Yo hice filosofía y letras románicas e hispánicas.

“Hispánicas” quería decir todas las lenguas. Tenía una hora de gallego, una de catalán y todo el resto, castellano, lengua y literatura española. Entonces claro, ¿qué sabías? En las familias, en mi casa, siempre se hablaba catalán.

Pero había un tema tabú en todas las familias: Hablar de la guerra. No se hablaba de la guerra porque todo el mundo tenía unos recuerdos horribles. Habían nacido tanto en un bando como en el otro. Las guerras son terribles y más las civiles.

Y recibieron mucho, dependiendo del bando… El republicano, aquí, hubo muchos problemas. Los republicanos, la FAI, el anarquismo hizo mucho daño. Lo que pasa es que tenemos que tener muy claro que fue un golpe de estado de Franco. Aquí había un régimen construido legalmente y votado.

Fue un golpe de estado. Así, se quiso eliminar todo lo que sonaba a catalán.

No teníamos ni historia, ni cultura, ni lengua. Lo que pasa es que siempre hubo mucho movimiento, yo después lo descubrí. Es eso, mira, yo, como una inocente, enseñando catalán.

Pregunta.

Fatal. Niños. Yo estaba en la escuela de prácticas masculina. Solo había una profesora y yo. El resto eran, bueno, tres grupos, tres niveles. De octavo, había tres. Y muy mal, se lo tomaban muy mal. Como si no les interesase. Tenías que imponerte completamente. ¿Sabes por qué?

Porque como los profesores también estaban completamente en contra del catalán… Bueno, en el comedor era una batalla con los profesores. Lo que pasa es que ahora soy mayor y me he vuelto pacífica. Pero soy una persona agresiva a nivel de lenguaje.

También era muy agresiva y tenía luchas cada día. Es un pasatiempo para mí. Pero con los niños no, los niños muy mal. Poco a poco, fueron entrando. Después, consiguieron, claro, a nivel legal,

apartar, por decirlo de alguna forma, a prácticamente todo el profesorado que había en el centro. Entonces, empezaron a entrar profesores de catalán muy bien preparados, gente joven, era el mismo edificio pero otra escuela

y consiguieron a una directora muy buena y se mezclaron niños y niñas gracias a ella. Entonces, la dinámica cambió completamente. Los primeros años, fueron muy duros porque se lo tomaban como si nada, como si el catalán fuese una porquería.

Pregunta.

Totalmente. Es la base de la identidad catalana. Las lenguas, en realidad, forman el pensamiento y la forma de ser. Hay una serie de expresiones en las lenguas que marcan mucho la manera de ser de un pueblo, la cultura de ese país.

Y lógicamente, nuestra lengua es milenaria, es más antigua que el castellano, por mucho que digan, hemos tenido una historia fantástica y muy extensa. Lo que pasa es que como Catlauña está en el Mediterráneo, somos un paraíso. Por aquí han pasado muchísimas culturas, muchísimos pueblos. Los íberos,

los fenicios, los árabes, los griegos… Así, tenemos una mentalidad muy abierta. Los pueblos del Mediterráneo tienen la mente abierta, en general, si vas más hacia el sur, no tanto. Lo siento, pero es así.

Y los pueblos de esta isla son pueblos cerrados de mente, con una forma de ser muy cerrada. Y aquí siempre hemos sido un lugar de acogida. Fíjate bien. Todas las personas que vienen aquí, con la fama de que aquí se exige el catalán y sino, no te hablan… Aquí, hablamos todas las lenguas. Queremos entendernos con todo el mundo

y aceptamos, en general. Pero siempre hay extremistas, todas las culturas y todas las formas de ser, ¿entiendes? Hay un choque, muchas veces, con toda la parte española que no entiende esta mentalidad.

Yo tenía unos tíos que viajaban mucho y decían “Es que cuando sales de Barcelona, de Cataluña, entras en otro mundo, es del siglo pasado, de casi hace dos siglos ya”.

Pregunta.

Creo que son ignorantes porque, en realidad, todo es lengua catalana lo que pasa es que claro, mira, repoblaron Valencia con gente de Lleida. Y en cambio, Mallorca,

ses illes, la repoblaron con gente de Girona. Por eso tienen… Es un dialecto pero el castellano también tiene dialectos. Es un dialecto, todo es la misma lengua. Las personas que dicen que no, perdona, pero son completamente ignorantes.

Pero claro, intentan manejar la política para enfrontar, cuando la realidad es que es la misma lengua. Yo siempre se lo digo ¿No es castellano el andaluz? Dime si a veces no les entiendes. Es un dialecto muy avanzado del castellano, eso es lo que nos decían en la universidad porque las lenguas, cuanto más evolucionan,

más cortas se hacen, como el francés. El andaluz también es castellano. Imagínate el valenciano y todo el de las islas, el balear.

Pregunta.

Uf, es muy antigua, es una lengua románica, viene del latín. Todas son lenguas románicas: el catalán, el castellano, el francés, todas lo son. El gallego… Menos el vasco, el vasco es diferente.

Pero el catalán es una lengua románica. Lo que pasa es que depende de los pobladores que había, de los íberos o de los fenicios, fueron adoptando un acento u otro. Todas las lenguas románicas, que venían del latín vulgar,

fueron adoptando las características de la pronunciación de otras lenguas. Así, hay muchas palabras en según qué sitios, sobre todo más en el valenciano que en el catalán que vienen del árabe porque Valencia estuvo muchos siglos con los árabes.

Y aquí no había tantos. Vas a Andalucía, a muchos lugares y te encuentras con que muchas palabras son de origen árabe, pero tenemos de muchos otros orígenes. También hay algunas palabras de origen vasco, ¿eh? “Pizarra”, por ejemplo. Hay muchas.

Y del inglés, claro. Imagínate. Son nuevos neologismos. Y que conse que a pesar de mi catalanismo, y que lo soy, la lengua castellana es preciosa. La he estudiado, la encuentro preciosa pero claro, es una lengua extranjera, que tampoco, miento, porque en realidad, con el bilingüismo,

la he hablado y estudiado mucho. Es muy bonita, pero no es mi lengua.

Pregunta.

Alguer sí, pero es diferente. Igual que el aranés, es otra lengua. En Alguer, solo lo habla la gente muy muy mayor y ya está. Pasa lo mismo en la Cataluña norte. En el norte de Cataluña, el gobierno francés es centralista a más no poder y ha intentado eliminarlo. Y piensa que

en las manifestaciones del 11 de septiembre, viene gente de la Cataluña norte aquí a manifestarse. Pero no tienen nada que hacer. Es un gobierno centralista, se sienten franceses pero todavía hay muchos que te entienden y lo hablan, aunque cada vez, es gente más mayor.

La gente joven es cada vez menos, porque además, ahora, también lo han quitado de las escuelas.

Pregunta.

Hombre, a parte de la pronunciación, los leridanos no tienen la vocal neutra. Lógicamente, eso determina mucho la pronunciación, también el vocabulario. Todos los dialectos dienen vocabulario diferente.

Yo qué sé. Tomate, tomata, es diferente. Son palabras dialectales de allí. Ellos tienen giros, sobre todo, la pronunciación es lo que marca más, a parte del vocabulario, es la pronunciación, la vocal neutra

que la marca mucho. En Girona, está muy marcada. Incluso muchas que nosotros pronunciamos como “a” cerrada, en contra de “e”. En cambio, el leridano… Siempre hago broma con una amiga de Cubelles

porque hablan así, es normal. ¿Cuál es mejor? Todos son igual de buenos. Lo que pasa es que claro, cada uno tiene sus características.

Lo que pasa es que, con el tiempo, cuando la gente de la zona de Lleida viene a trabajar aquí, al cabo de un año, lógicamente, va modificando… Bueno, no sé si “lógicamente” pero va modificando los fonemas. Es decir,

pronunciando diferente. Se parece más a cómo se pronuncia aquí. Pasa lo mismo con los castellanos que vienen a trabajar aquí, que después se van a su tierra y dicen “Oh, los catalanes, aunque hablen castellano,

tienen acento catalán.”

Pregunta.

Sí, en mi casa cantaban. Pues mira, “La Mare de Déu quan era xiqueta anava a costura…” No sé, y después, dichos, aquel del ángel de la guarda que hace compañía a dios, claro, la España de Franco,

católica, apostólica y romana. Mi padre era cristiano y católico, practicante. No de estos que hacían… No, no, no. Era de aquellos que iban a misa, no quería convencer a nadie de creer, pero él creía.

Sí, sí. Bueno, yo vi la prehistoria. Cuando explicaba a mis alumnos las semanas santas que yo había vivido de pequeña, alucinaban… Todavía se hacen en algunos pueblos de Soria. Lo vi y me quedó a ver la procesión porque

me recordaba a en mi infancia, era alucinante.

Pregunta.

En semana santa, estaba prohibido escuchar música, no se podía, tampoco se podía cantar, ni hacer absolutamente ninguna fiesta. Ni siquiera bautizaban ni casaban en semana santa.

Era un aburrimiento total y absoluto. No se podía comer carne, solo pescado y el que pudiese pagarlo. Y para poder comer carne el viernes, tenías que comprar una bula,

te hacían uno conforme podías comer carne. Y te hacían ir a misa. El jueves santo, hacían la procesión y era muy aburrido, no se podía cantar ni podías hacer nada. Es decir, era algo muy aburrido.

El domingo, porque ahora lo llaman el domingo de gloria, que era cuando Cristo resucitó. La gente salía

con tapas picando de alegría, alegría, alegría. Muy, muy aburrido.