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Ramón Alberch

Entrevistado el 9 de agosto de 2017 para la serie documental Catalunya Barcelona .

Buenos días, si nos pudieras decir tu nombre y cuándo y dónde naciste, por favor.

Ramón Alberch Figueres. Nací en Girona en el año 1951.

¿Nos podrías contar un poco cuál es tu trabajo?

Yo me he dedicado, básicamente, a los archivos. Trabajé en Girona, en el ayuntamiento de Barcelona, dirigí los archivos de la Generalitat de Catalunya.

Y también me he dedicado mucho al mundo asociativo de los archiveros, y ahora, mucho también al mundo de los archivos y los derechos humanos.

He escrito unos 30 libros sobre historia y sobre archivística, hasta ahora.

¿Nos podrías contar quién fue Ildefons Cerdà y por qué fue importante?

Ildefons Cerdà es un hombre, digamos, de la primera mitad del siglo XIX. Nace en 1815 en Centelles, y muere, si no estoy equivocado, en 1966-65.

Es un hombre, ingeniero de formación, pero muy en la línea de la época de hombre de muchos intereses. Un hombre al que le interesó la política, la escritura, es decir, un hombre con un abanico un poco humanista.

Que fue el gran inspirador de lo que más tarde se ha denominado plan Cerdà. En la medida en que supo, en ese momento, fusionar lo que eran las ideas avanzadas que él había conocido de Francia, Alemania, con la necesidad de Barcelona de acceder al estricto ámbito de la muralla.

Su dedicación fue tan fuerte que, él que venia de una familia acomodada, de una familia económicamente solvente, buena parte de su patrimonio se lo gastó en sus iniciativas, digamos, culturales y urbanísticas.

Un hombre con una vida complicada, murió, desgraciadamente, en 1866, creo, en un balneario, abandonado por la familia. Un hombre con una vida muy castigada y muy complicada, en el sentido de que sus ideas se encontraron con una fuerte oposición. Puede ser que fuera porque en ese momento, eran ideas innovadoras, de vanguardia. Por lo tanto, en ese sentido, un hombre rompedor, que quizás pagó un poco el hecho de ser pionero en muchos aspectos.

Has comentado ahora que sus ideas se encontraron con una fuerte oposición. Por lo que tengo entendido, esta oposición fue por parte de le élite social. ¿De qué forma se opusieron a sus ideas?

El plan Cerdà, en Barcelona, se interpreta como una imposición del gobierno de Madrid. La ciudad está rodeada. La ciudad del antiguo régimen, la ciudad militar, murallas.

Tantas viviendas insalubres, poca ventilación, falta de higiene, comunicación complicada.

Entonces dicen, muy bien, tenemos que derrocar las murallas, tenemos que abrir la ciudad, que es una señal de modernidad, y tenemos que hacer un Eixample moderno.

Él gana el concurso y, en 1860, empieza el problema por una parte del ayuntamiento de Barcelona y de las clases más aristócratas y burguesas, lo ven como una imposición y, sobre todo, el plan no les gusta en el sentido de que, en ese momento, aporta factores de racionalidad: las cuadrículas, los patios interiores… Es decir, el propio Cerdà lo dice, ruralicemos lo urbano.

Él tiene obsesión por el arte barato, por las ventilaciones, todo lo que Ciutat Vella no tenía.

Por lo tanto, es un proyecto poco especulativo, pensado en beneficio de una ciudad ordenada, muy racionalista. Quizás en eso muy parisina en algunos aspectos.

Esto choca con los intereses burgueses de especulación.

Con que algunos pensaban que el ensanchamiento de las murallas tenía que ser pensado para el mundo de la industria y no para la vivienda.

Y también hubo problemas en el gremio. Los arquitectos ven muy mal que se encargue el proyecto a un urbanista.

Que, en ese momento, el concepto urbanista no existía, es decir, él era ingeniero. Un ingeniero crea puentes, caminos, diseña ciudades, era un papel que siempre se les había atribuído a los arquitectos.

A pesar de todo, el proyecto tendrá éxito, con muchas dificultades, tendrá muchos problemas, pero no conseguirán tirarlo atrás.

Pero se encontrará con poco apoyo municipal. Ni siquiera cobrará su sueldo durante mucho tiempo.

Como he dicho, se gastó todo su herencia. En cuanto a la familia, acabó separándose de su mujer, tuvo a su última hija fuera del matrimonio con otra persona y él ni siquiera la conoció.

Una vida familiar, para la época, muy difícil y muy complicada. Ahora sería visto con una gran naturalidad, pero no era así para nada en ese momento.

Por lo tanto, un hombre que muere sin reconocimiento alguno. Sin ninguna certeza de que su proyecto se lleve a cabo, porque al final, muere cinco años después de que se inicie el proyecto.

Y esto es muy catalán, o muy humano, un hombre que muere y que no es reconocido hasta tiempo después.

Yo, en el archivo histórico de la ciudad, he podido ver todo el legado de Cerdà y todo su fondo y es una obra extraordinaria. Desde una lectura actual, es una obra titánica. De una perfección en los dibujos, una definición clarísima, una modernidad en el punto de mira.

Ahora, digamos que es una figura. Muere, insisto, pobre, abandonado y sin ningún tipo de reconocimiento.

¿Nos podrías hablar de la importancia de Víctor Balaguer? Por lo que tenemos entendido, es quien puso nombre a las calles del Eixample.

Victor Balaguer es una figura muy importante, en el sentido de que es un hombre de cultura, un escritor extraordinario. Hay una bibilioteca Víctor Balaguer en Vilanova.

Él fue la persona a quien, desde el ayundamiento del momento, delante de la apertura de todo lo que fue el Eixample, le encargaron poner nombre a las calles. Que ahora nos parece algo poco importante pero, en ese momento, tenía una importancia extraordinaria.

Lo que él hace mucho es poner o bien a grandes figuras del medievalismo catalán, muy en sintonía con el romanticismo del momento, o también, por otro lado, ciudades, países, que de alguna manera, estuvieran vinculados con Cataluña.

Te encuentras con Rosellón, Mallorca, Cerdeña, todo el imaginario del imperio Catalano-aragonés de la edad media y el de las grandes figuras que había en ese momento. Desde escoger a Roger de Flor o Roger de Llúria, hasta toda… Ramón Muntaner, es decir, todas las figuras medievales catalanas.

Por lo tanto, el Eixample en eso es un poco un imaginario recodo del siglo. El romanticismo, la recuperación de la tradición catalana, la recuperación de la nación catalana.

Y eso, Victor Balaguer, que es un hombre muy discutido en otros aspectos por su doble adscripción, ahora es catalán, ahora es español, es un hombre con su médico y sus problemas, pero en este sentido, es el ordenador que genera este simbolismo del Eixample por lo que hace sus denominaciones. Que hoy en día, se le da poca importancia, quiero decir, se cogen provincias españolas y se ponen una detrás de otra, en la mayoría de los casos.

En ese momento, está muy pensado, el Eixample es modernidad pero, a la vez, es tradición, la recuperación de las raíces catalanas.

¿Cómo afectó el desastre de 1898 a la economía catalana?

En 1898 se produce un fenómeno, es decir, para situar el desastre de 1898. España empieza a perder colonias cuando la guerra del francés, la guerra de independencia, 1808-1815.

Ya en ese momento, los movimientos de emancipación son muy fuertes. España se encuentra con que, mientras tiene la atención de la guerra con Francia, las colonias intentan emanciparse.

Cuando acaba la guerra del francés, vuelven a enviar ejércitos a allí. Es una pérdida de juventud, de sangre jóven, también es uno de los factores posteriores de desacreditación y de crítica a todo el régimen político de la restauración.

En cualquier caso, En esos momentos, lo que hacen es enviar tropas y Cuba y Filipinas son los dos últimos reductos.

Lo intentan todo. En Cuba, mueren 20.000 personas, soldados en la guerra. No hay que olvidar que en 1895 muere José Martí, que es el gran líder de Cuba y aún hoy, el aeropuerto lleva su nombre.

José Rizal también muere en Filipinas, en este caso, fusilado el mismo año. Es decir, es una represión muy fuerte Y, en 1898, en Estados Unidos, el conocido fenómeno del acorazado Maine, la acusación de que ha sido hundido por España. Es igual, hay un enfrentamiento entre España y Estados Unidos sin ningún tipo de posibilidad para el ejército español y se produce una emancipación.

¿Qué provoca esto? Esto provoca dos cosas. Una, provoca la pérdida de un mercado que era cautivo. Por esto, gran parte de la burguesía catalana estaba a favor de la represión, por así decir, porque era un mercado que tenían muy controlado y que les servía para sus intereses y no les generaba problemas, venían sin problemas.

Esto produce, claro, yo diría que la pérdida de Cuba más que la de Filipinas, un fenómeno de pérdida de mercado pero también produce otro fenómeno que es la repatriación de capital.

Hay mucha gente que vuelve aquí con un capital que invertirá aquí. Por lo tanto, también hay un factor que apaga un poco el impacto de la crisis.

Pero eso también genera que la crisis latente de la restauración estalle con todas sus fuerzas. Empieza a aparecer un movimiento regeneracionista, está el modernismo, hay todo un movimiento, a partir de ese momento, de partidos que ya cuestionan abiertamente el modelo oligárquico, diástico y centralista.

Esto es un cambio muy importante. Es decir, más allá de las consecuencias económicas, son las consecuencias políticas.

Empieza la crisis de un modelo que se había mantenido más o menos estable hasta ese momento y se presenta otro fenómeno muy importante que no debemos olvidar.

El ejército se queda muy resentido por la pérdida y, a partir de ese momento, su papel a nivel estatal será muy fuerte porque estará velando continuamente por su buena reputación, por su nombre y por el qué dirán de ellos.

Esto lo podremos ver después, en todo caso, en las leyes que se hacen, en la actitud del ejército, en una presión extraordinaria del ejército sobre las instituciones.

¿Qué fue la Liga Regionalista?

La Liga Regionalista es un movimiento, es la suma del centro catalán, un centro nacional y una unión regionalista en el que convergen, en este contexto, del movimiento regeneracionalista, y en 1901 se crea la Liga.

La Liga será el gran partido de derecha catalana civilizada a lo largo del primer tercio del siglo XX en oposición al otro gran partido, el Partido Republicano Radical.

La Liga es el partido de los hombres del gobierno. Prat de la Riba, que es el redactor de la nacionalidad catalana en 1906, que es el gran pensador de la reconstrucción de Cataluña, que es el artífice de la unión de las diputaciones en forma de la mancomunidad de Cataluña.

Pero la Liga es, sobre todo, la cuna de los hombres del gobierno: Prat de la Riba es un caso, el segundo caso será Puig i Cadafalch, que es un arquitecto extraordinario. Tenemos un archivo sensacional que está en el archivo nacional de Cataluña, hay, en el propio Paseo de Gracia, algunas obras de él de valor. Hay quien todavía piensa que es de Gaudí, mucha gente cuando ve algo bueno dice ‘es de Gaudí’. Muchas son de Puig i Cadafalch o de Domenech i Montaner, también, un extraordinario arquitecto.

Pero además es político. Puig i Cadafalch será el succesor de Prat de la Riba. Después, la tercera gran personalidad de la Liga es Francesc Cambó, que es un político que supera el espacio catalán por irradiar su influencia a nivel español.

En el fondo, es un partido de orden, burgués, de catalanismo moderado, dinámico, pero que, en ese momento, era una gran novedad. Es decir, una derecha civilizada, europea, con ideas de democracia, de libertad. Es un gran cambio en relación a lo que había, y esto es una de las grandes aportaciones de la Liga.

Con otra suerte llegará la época de la [segunda] república que es cuando, por sus propias contradicciones – dentro de la Liga conviven una aristocracia folclorista y tradicionalista con una burguesía ilustrada más progresista – se va generando incisión y se va debilitando.

Pero es la gran derecha, insisto, civilizada, porque es necesario decirlo, en ese momento tiene mucho mérito. La gran derecha civilizada catalana del primer tercio del siglo XX.

¿Nos puedes hablar sobre el Partido Republicano Radical?

El Partido Republicano Radical es el otro lado.

Totalmente diferente. Su líder, un hombre curiosísimo, de orígen andalúz, si no me equivoco, Alejandro Lerroux. Incluso el Partido Radical ha dado nombre en Cataluña a una denominación insultante, entre comillas, que es una persona que está siendo Lerrouxista.

¿Por qué? El Partido Republicano Radical era españolista, era antidinástico, tenía un punto de violencia y un punto de anticlericalismo. Todo mezclado con una demagogia propia de alguien con una facilidad brutal para hablar.

Hace pensar en algunos políticos, hoy en día podríamos traducirlo como gente sin mucha substancia pero con un discurso y una verborrea extraordinarias.

Tiene frases memorables. Le llamaban ‘el emperador de Paral·lel’, porque la calle paral·lel, en la época, era el lugar de los cabarets, bares, de la vida disoluta donde también se reunían los bajos fondos.

Entonces, era su espacio de movimiento. Una frase muy famosa suya es, en un meeting les dijo, ‘entrad a los conventos, levantad el velo a las novicias y elevadlas a la categoría de madres’. Aquello era rompedor en todos los sentidos.

Pero tiene una gran fuerza. ¿Por qué? Porque el obrerismo empieza a ser un obrerismo no catalán, y no lo digo peyorativamente, lo digo como procedencia.

Es un obrerismo que viene de Andalucía, de Murcia, ha venido a la exposición universal de 1888, ha venido por las obras que se están haciendo en la ciudad.

En 1909, cuando nace el Partido Republicano Radical, siete años después de la Liga, dos años después de la famosa Solidaridad Catalana, que es una unión de partidos catalanes contra el gobierno de Madrid.

Lerroux, en ese momento, se mueve en un modelo muy fiel. Españolista, les habla en castellano, que es la lengua de la gente que ha venido. Con eso hace mucha política de confrontación de los catalanes contra los que no lo son.

De aquí viene la expresión ‘Lerrouxismo’, cuando alguien ha hecho algún movimiento en Cataluña, por ejemplo el Partido Socialista de Andalucía en los años 80, los que decían que eran lerrouxistas porque dividían a la gente por su orígen. Decían ‘estos son catalanes, estos no’.

Se juega mucho esa carta y se encuentra con un proletariado que cree que el catalán y el catalanismo es cosa de burgueses y que no tiene nada que ver [con ellos], no ser catalán ni catalanista es de ser obrero, es ser trabajador.

Esta simplificación le hace ganar cierta fuerza, lo que pasa es que se encuentra con otra fuerza opuesta muy importante, la CNT.

La CNT le planta cara muy duramente, pero aún y así, el ayuntamiento de Barcelona tiene mucha fuerza en los años 14, 15, 17, 20. Van perdiéndola por chanchullos, por gestiones económicas poco claras, porque los cargos se reparten entre amigos. Pero aún y así, hasta la época de la república, en el año 33 – 35, el Partido Republicano Radical consigue gobernar un período de tiempo.

Con muchas incisiones. Y al final, en la época de la república, llega la guerra, es un partido casi en extinción por sus diversas fracciones que se van creando de cara a un lideraje muy fuerte, de una ideología difusa, con un toque demagógico elevado. Pero es un partido que, durante el primer tercio del siglo XX, en Cataluña, sobre todo, es un partido que tiene una fuerza extraordinaria y se enfrenta claramente a la Liga, que es lo contrario a ellos.

Por lo tanto, se tiene que entender un poco como los dos grandes partidos del periodo.

Se suele encontrar que las autoridades de la restauración confiaban en la iglesia católica prestase una serie de servicios a la gente que, en Europa, eran proporcionados por el estado. ¿Nos podrías hablar un poco de cuáles eran estos servicios sociales que ofrecían y cuáles fueron los partidos responsables de devolvérselos al estado y darles fuerza?

Las necesidades de los obreros, durante el primer tercio del siglo XX, son impresionantes. Viviendas poco dignas, explotación del trabajo de mujeres y niños, sueldos míseros, una vida muy dura, analfabetismo, horas de trabajo de 13 a 14 horas diarias. Claro, esto qué hace? Genera una ansiedad social muy fuerte.

¿Qué pasa? Que la iglesia tenía una tradición de caridad-beneficiencia desde la edad media. En las catedrales estaban las ‘Pies Almoines’ que tenías que dar para la gente pobre.

Después estaban las órdenes mendicantes de los monasterios que iban por el mundo buscando dinero para ayudar al pobre. Esto en cuanto a esta política de ayuda al pobre.

Después están todas las parroquias que se mueven en este sentido. Claro, ¿qué hace la iglesia?

Tiene una continuidad histórica de ofrecer servicios, quizás con una voluntad de caridad poco equitativa, si quieres poco de justicia pero mucho de doctrina religiosa, hace falta ayudar al pobre. En este sentido, digamos, poco moderna pero con una tradición extraordinaria y se encuentra con unos gobiernos que no responden a estas necesidades.

¿Por qué? El partido conservador y liberal, que son los que se van alternando, no ven esta necesidad porque toda la vida han vivido en una clase proletaria o marginal y los recursos del estado han sido poco organizados, poco modernos, tampoco es suficiente para eso.

Está claro, esto consolida muchísimo el papel de la iglesia y esto también lleva a utilizar elementos evangelizadores, temas de educación, temas de formación.

Las grandes congregaciones religiosas también crean sus centros educativos. Aquí ahora lo hemos ido perdiendo un poco, pero en América Latina todavía hay la pontificia universidad católica de Perú, la javeriana de Bogotá, la salle de no sé…

Esta idea educativa para atraer y cristianizar también está presente. Por lo tanto, la iglesia tiene un papel doble: servicio social y adoctrinamiento a la vez.

Con un sector industrial poco proclive, cada vez menos proclive, porque también las uniones obreras también se organizan en paralelo en forma de Ateneos, de mútuas, de otros elementos de los que podemos hablar más tarde.

Ahora bien, esto empieza a organizarse un poco cuando, a principios de siglo, empieza a aparecer la primera legislación de protección de los trabajadores que hará que el papel de la iglesia, poco a poco, vaya menguando.

Pero aún y así, la iglesia todavía, durante todo el siglo XIX y gran parte de principios del siglo XX, es el gran proveedor de servicios alimentarios, educativos en las clases, digamos, desfavorecidas.

¿Qué fue la Ley de Casas Baratas de 1911?

La Ley de Casas Baratas es una respuesta a un fenómeno doble. Por un lado, el hacinamiento de la gente dentro de la ciudad en espacios antihigiénicos, un número extraordinario de personas, y también que, con la exposición universal y las obras vinculadas al crecimiento, hay una inmigración muy importante que va llegando a Barcelona y, al no encontrar alquileres asequibles en la ciudad, empiezan los fenómenos de autoconstrucción.

¿Qué hace la Ley de Casas Baratas? Intenta proveer viviendas dignas a las clases más necesitadas con este discurso. ¿Cómo lo hace? De dos maneras. Una, mediante alquileres baratos. La otra, mediante préstamos a bajo interés que, en teoría, deben permitirles poder comprarlos.

A partir del 1917 – 1918 hasta el 1925 – 1930, sobre todo, hay actuaciones de este tipo.

En Barcelona, hay barrios y sectores donde Eduard Aunós y Ramón Albó [desarrollaron] zonas de viviendas, también en el resto de Cataluña, pero con un impacto mucho menos del que se había previsto.

Es decir, no tiene impacto, ¿por qué? Porque, en muchos casos, para pagar el alquiler, tienes que tener un sueldo mínimamente digno y, si quieres comprar la vivienda, por mucho que pidas un préstamo, también tiene un nivel muy elevado.

En ese momento es cuando la legislación de 1911 se va renovando y, cada vez más, se va dando entrada a los primeros bancos de ahorros.

Sobre todo la Caja de ahorros y el Monte de Piedad de Barcelona, que es la gran caja catalana, que, más tarde, se fusionará con La Caixa. Todos entendemos lo que es La Caixa.

Este es el gran proveedor. Por una parte, es visto como una función social, en parte también es visto como un negocio porque, a pesar de que sean intereses bajos, son intereses.

No tendrá el impacto que se esperaba en un sentido numérico. La obra que hacen es correcta, está bien resuelta, pero no llega a resolver el problema del barranquismo ni del hacinamiento.

Pero deja algunas edificaciones singulares en toda Cataluña. Más tarde, esta idea, curiosamente, será resucitada por el franquismo con las ciudades jardín.

Hay barrios en Gerona, en Tarragona, que están pensados con la misma idea: la casita y un pequeño jardín, queriendo dignificar la vida de las personas más necesitadas.

Es una iniciativa interesante. Posiblemente no tiene el impacto, insisto, que habría sido necesario para las miles y miles de personas que estaban en situación de necesidad.

¿Qué fueron los Ateneos y cuál era su función?

Los Ateneos son un espacio, es decir, el sindicalismo catalán se inclina hacia el anarcosindicalismo. Entre otros factores, por los conflictos, siempre abiertos, entre la patronal y los sindicatos.

La gran representante del anarcosindicalismo es la CNT. Llega un momento, en el umbral de la guerra civil, en el que tiene 900.000 afiliados, es el gran sindicato.

Muy por encima de la UGT, que se crea, si no recuerdo mal, en 1888, pero que nunca tiene la fuerza de la CNT, que en su orígen, es un anarquismo pacífico. Otra cosa es que irá evolucionando hacia una confrontación

¿Qué sucede con los Ateneos? Se encuentran con que tienen que proveer servicios. Tienen unos trabajadores, insisto, en unas condiciones de explotación extraordinarias, sobre todo en unas condiciones de formación muy deficiente. Ellos tienen muy claro que, mientras persista este nivel de analfabetismo y Con este nivel de explotación, no hay futuro para la clase trabajadora.

Entonces, Los Ateneos son un espacio cultural, de libertad, de formación. En muchos casos, autogestionados. Todavía hay Ateneos en Poblenou, todavía pasa que, en algunos barrios, encuentras Ateneos que tienen más de cien años. Fueron creados a principios del siglo XX y Todavía perviven, quizás desde otra perspectiva, pero es esta idea: el Ateneo es el espacio de cultura, y las mutuas y las cooperativas son los espación de prestación de servicios.

En el fondo, ¿qué son las mutuas? Proveer recursos para que, cuando alguien tenga un accidente o esté enferma, pueda tener una contraprestación y no quedarse en la más absoluta miseria.

El Ateneo tiene la vertiente más cultural. Esto también tiene mucho que ver con toda la obra de Francesc Ferrer i Guàrdia y que desembocará en la famosa Semana Trágica de 1909 con la cremación de conventos. Pero hay un movimiento muy fuerte de formación y de creación de la clase trabajadora.

Algunos críticos socialistas han llamado a Barcelona ‘barracópolis’. ¿Nos podrías hablar un poco de todo esto de las barracas?

Barracópolis, el otro día lo leía, es una frase designada por un periodista llamado Emili Mira en el año 1923 para describir la ciudad.

¿Qué pasa? Como hemos dicho, la llegada masiva de gente genera un problema de vivienda clarísimo. Esto genera que se creen barrios de barracas: Montjuic, más tarde Pequín, el Camp de la Bota, el Carmelo.

Lugares donde se edifican miles [de barracas]. En 1916, me parece que había 6.000 barracas, en el año veintipico, me parece que ya hay 16.000 y en 1960, creo que ya son 60.000.

Es decir, es un fenómeno que va a más y traspasa el primer tercio del sigle XX, la república y la guerra civil y llega hasta el franquismo. Es un fenómeno que se elimina de la época del mandato del alcalde Pascual Maragall, que es cuando se derriban las últimas zonas y, con el fórum de las culturas, se erradica el último sector que quedaba del Besós. Por lo tanto, estamos hablando de un fenómeno que ha durado hasta diez, quince años.

¿Cuál es el problema? Se habla de que hacia los años ’20, 60.000 o 70.000 personas vivían en barracas, un 5 o un 7% de la población.

Por lo tanto, esto genera un problema social, humano, de marginación, de una ciudad totalmente alternativa a la ciudad oficial.

Con todos los fenómenos del ghetto, estando apartados de la situación. Yo recuerdo perfectamente, de jóven, teniendo que ir a Río, a Gerona, que era al lado del río donde estaban las barracas y vino un aguacero, se llevó todas las barracas por delante y hubo una mortandad extraordinaria porque se constuían en los sitios más marginales y perdidos.

Se empieza a sacar algunos de ellos cuando se empieza a valorar el espacio. La primera actuación no es tan social, sino que ocupaban lugares que podían tener algún valor.

Curiosamente, en Gerona ocupan Montjuic, en Barcelona ocupan Montjuic, ¿por qué? Zonas altas, montañosas, donde, en ese momento, quizás el atractivo de ir a vivir allí era relativo.

E insisto, Josep María Huertas Clavería hizo una serie de reportajes, un periodista desaparecido siendo jóven, desgraciadamente, hizo una serie de reportajes sobre la gente que había vivido allí.

Claro, es una vida durísima. No hay agua ni servicio público alguno, no hay luz. Poco a poco, va llegando algo. Alguno de estos barrios autoconstruídos se han dignificado y, hoy en día, incluso puedes ir y encontrarte con que, más o menos, se vive allí.

A veces incluso puedes llegar a pensar que la ubicación no está mal.

En sus inicios, es terrible, y muestra es la marginación y la pobreza, que mucha, viene de la inmigración hacia Cataluña y Madrid. Es un fenómeno nacional, lo que pasa es que en Barcelona, por su peso industral, el barraquismo se hace mucho más evidente y mucho más visible por su impacto numérico.

¿Quién era la gente de orden?

La gente de orden. El apelativo ‘gente de orden’ es una denominación que aparece durante la república y la guerra civil.

¿Qué significa esto? Significa que, ante el conflicto tan polarizado que hay entre una parte de dos partidos políticos, el anarcosindicalismo y el empresariado, es decir, es una problemática compleja.

Hay una parte de la gente que pide orden, por encima de todo. Es decir, llega un momento en que, incluso la gente que podía tener un sentimiento republicano y democrático fuerte, ante esta polarización y la violencia, ante los asesinatos y las acusaciones indiscriminadas, cree que la única solución es el orden.

Esto se visualiza claramente con el estallido de la guerra civil. Gente que era sinceramente republicana, ante algunos abusos, perfectamente documentados hoy en día y que no hace falta negar, sobre todo la vertiente violenta del anarquismo, la FAI, lo que hace esta gente es decir, ante una situación de desgobierno, de inseguridad absoluta y de peligro de vida y de las propiedades, ‘que haya orden’.

Y por eso Franco, que era repudiado y mal visto por una parte de la burguesía catalana, para alguno de ellos, acaba siendo la solución ante el desgobierno aque se somete en parte, el periodo del 18 de julio de 1936 hasta el ’37, patrullas de control, comité de milicia antifascistas.

Esta actuación de una parte del anarquismo, digamos, poco civilizada, con mucha agresividad y violencia, genera de rebote el rechazo de una parte de la gente que, quizás, hubiese sido republicana hasta el final y que, a medio camino, decide que la única carta es el orden. Y muchos de ellos se exilian. Mucho van a Francia y después, pasan a la zona nacional.

No hablo del exilio de después, en 1939, que es un exilio de gente convencidamente republicana que saben qué pasa. Es gente que ya, en 1936 – 37, ven que la sitación no les favorece, y se cambian de bando.

Está Juan March, que es el mallorquín que financiará a Franco, mucha gente o una parte significativa de la gente, ante el peligro cuando se confiscan las fábricas, las colectivizaciones, el peligro de la vida, fusilamientos a personas religiosas.

Se asustan, algunos también piensan que esta situación les pone en peligro, se dan la vuelta y se pasan a la España de Franco, a Burgos… y se cambian de bando, y esto genera esta expresión genérica de ‘Gente de Orden’, la gente quiere orden por encima de cualquier otra consideración.

Según fuentes de la iglesia, había entre 8.000 y 10.000 miembros de bandas en la Barcelona de principios del siglo XX. ¿Nos puedes comentar un poco esto?

Sí. Es el fenómeno que llaman ‘pandillerismo’, los pandilleros, ¿qué pasa? Es una sociedad muy confictiva.

En la que hay un escenario abierto de conflicto, que es la gran presión de la patronal sobre los trabajadores.

Me parece, si no me equivoco, que a principios de siglo [XX], un 60% de los trabajadores de la industria del algodón eran mujeres y un 20% eran niños.

Con unas jornadas laborales de más de once horas sin descanso dominical, es decir, hay un caldo de cultivo potente para un conflicto abierto, en el cual hay una parte de la gente de clase baja, del mundo de la delincuencia y la violencia, que encuentra el esceenario ideal para, bajo la forma de conflicto, abocar toda la violencia contenida.

Muchos de ellos incluso lo justifican. Algunos no, es una delincuencia que se dedica, sencillamente, a sobrevivir a sueldo de unos, y otros en un conflicto abierto de asesinatos entre empresarios y trabajadores.

Si no recuerdo mal, la mortandad es, hay 800 atentados entre 1920 y 1922. Mueren doce empresarios, sindicalistas. Es decir, la violencia está presente en la ciudad y esta delincuencia encuentra un espacio para poder prosperar, entre comillas.

Algunos de ellos, la mayoría, son delincuentes, por ejemplo, pero algunos són más listos y lo disfrazan de ideología.

Y dicen que es la respuesta, es la violencia obrera ante los abusos seculares de la burguesía y del capitalismo.

Es decir, el analisis de fondo es “han estado explotados durante 200 años, ahora nos toca a nosotros.”

Por lo tanto, la justicia obrera es una justicia justa, y eliminar a un empresario, a un político, entra dentro de la dinámica justa que ahora nos toca a nosotros pasarles factura de lo que hemos sufrido.

Efectivamente, llegan a tener una fuerza extraordinaria y generan una ciudad de una fuerte inseguridad.

Hay una película que refleja esta situación de tensión. ‘La saga de los Rius’, que se hizo famosa hace muchos y muchos años, era la vida de un empresario que estaba sometido continuamente a peligro de muerte y de él cómo tenía su propio grupo de pistoleros de bajos fondos, de pandilleros que le defendían de estas posibles agresiones.

A la hora de controlar un poco a las clases bajas, se hicieron una serie de leyes y de prácticas un poco draconianas, como las detenciones o la ley de fugas, ¿nos podrías hablar un poco de todo esto?

Se debe entender que, en el estado, el ejército es hipersensible. El ejército presiona continuamente para que se haga la legislación que ampare a su buen nombre.

Por ejemplo, cuando se pierden las colonias, Cuba y Filipinas, en 1898, un semanario satírico catalán, el ¡Cu-Cut!, hace un chiste y, al cabo de poco, es trasladado al ejército y destrozado por este. A partir de ese momento, aparece la ley de jurisdicciones.

Es una ley que durará hasta la república, en la que cualquier comentario contra el ejércido, contra los emblemas, contra el buen nombre del ejército, está penalizado.

Por lo tanto, Estamos en un contexto de un ejército receloso que ha perdido una guerra y que ve que la ciudadanía le culpa, en cierta manera, de haberla perdido, lo cual después derivará en sus ‘guerras coloniales’ hacia Marruecos y África y esto les entretendrá un poco, por así decir, pero siempre lleva dentro que ha sido una injusticia que se les acuse a ellos de haber perdido el imperio colonial.

Por lo tanto, un gobierno que cree que la única manera de erradicar el conflicto con los obreros, sobre todo el sector más violento, es, sencillamente, a base del asesinato legalizado.

Aquí aparece la famosa Ley de Fugas que lo que hace, sencillamente, es legalizar el asesinato selectivo. de líderes sindicales. Se calcula que, desde 1916 hasta 1920, si no recuerdo mal, mueren unas 400 y pico personas, la técnica es muy clara.

Detención de un sindicalista o de un obrero, darle la opción de fuga y después dispararle, decían que se había intentado fugar. Esta práctica está perfectamente documentada. Primo de Rivera lo explica en un documental. Dice ‘no, no, lo que hacemos es detenerlos, darles la opción de fuga y cuando huyen, les disparamos’. Es la única manera, dice, de acabar con esta lacra, con este cáncer del anarquismo.

Por lo tanto, la ley de fugas es otro instrumento para el estado para intentar apagar el fuego echando más gasolina.

Es decir, entrando, también, en el conflicto de la batalla del asesinato selectivo. El estado, convertido, también, en actor de violencia más allá de las propias leyes. Este es el gran problema de este periodo.

El estado siempre, en todo momento, debería mantener, como mínimo, las formalidades, los derechos, las leyes. Es un estado que cree que es legítimo entrar en la misma dinámica que ellos. Por lo tanto, utiliza el mundo subterráneo, el submundo, el mundo del pistolerismo, de los espías, para acabar con este movimiento.

Porque ellos creen que tienen absoluta legitimidad y que, por lo tanto, cualquier acción que hagan es correcta y adecuada.

A principios del siglo XX, ¿qué fue la Guardia Civil y cuál fue su papel?

La Guardia Civil se crea en 1844 por el Duque de Ahumada.

Sigue una tendencia hasta principios de siglo. Es una guardia rural. Básicamente, la idea del momento es una fuerza militar y una idea muy unificadoras, tiene que estar en toda España, por lo tanto, de carácter nacional, en el sentido en que puede entenderse el periodo, y poner orden en las zonas rurales.

Era un momento en que todavía podía haber problemas de seguridad, de orden, asaltos, delincuencia. La Guardia Civil es la gran fuerza armada que seguirá sin problemas, siendo el cuerpo policial más antiguo. El Cuerpo de Policía Nacional es más tardío. De 1844 a la actualidad, es el cuerpo más antiguo.

¿Cuál es su papel en ese momento? Es un instrumento del estado. Es una fuerza militarizada con gente de procedencia muy humilde, muy poco formada, con una divisa del honor y los principios muy arraigada, toda la disciplina militar y el honor al cuerpo.

Y se encargaba de trabajos de policía en zonas rurales, en ese momento, una parte importante de la población. Poco a poco, se irá trasladando a otros, es decir, se irá modernizando, irá cogiendo otros aspectos de investigación, pero hasta avanzado el siglo XX, es puramente una guardia de seguridad, de control ideológico, político, en manos del gobierno de estado del momento.

¿Qué fue la milicia somatén?

Las raíces del somatén vienen de la época medieval, precisamente, al crearse la Guardia Civil y, más tarde, la policía local y la Guardia Urbana en las ciudades, es cuando el somatén…

El somatén era una movimiento popular de raíces medievales que era que, cuando había un peligro, se le llamaba con un toque de campana y la gente del pueblo tenía armas y salían en defensa de los derechos colectivos ante la imposibilidad de tener otras fuerzas de seguridad.

Por lo tanto, la caída del somatén es directamente proporcional a la implantación de la Guardia Civil.

Aún y así, Fraga Iribarne, como ministro del interior en el 1970 y pico, todavía hizo el acto simbólico de la entrega de armas a los últimos somatenes.

Después, queda como un cuerpo más folclórico. Que, en un momento determinado, acude en la ayuda de un vecino en un toque de campana y así, es más un protección a corta distancia, una protección vecinal, pero, desde la época medieval hasta el siglo XIX, es un cuerpo totalmente popular de defensa de los intereses de la sociedad, del pueblo.

Creado por gente del propio pueblo. Mi abuelo era [somatén] y tenía un arma, tenía permiso de arma; esta era la autodefensa del pueblo.

A medida que la Guardia Civil se implanta, el papel del somatén va decayendo y, al final, acaba siendo casi folclórico.

Al final, tienen un traje, un arma, pero ya digo, pervive oficialmente, si no recuerdo mal. Fraga Iribarne, en 1973-74, antes de morir el General Franco, sanciona definicitamente la desaparición de este cuerpo porque consideran que es al estado a quien corresponde ejercer las funciones de protección y vigilancia, no a un cuerpo civil.

¿Quién fue el barón de König y por qué es recordado?

El barón de König es un hombre conocido o recordado, claro, es un hombre de orígenes, creo que es alemán, unos dicen que austriaco, no importa.

Aparece en San Sebastián en los años veinte. Un hombre del mundo de los casinos viene hacia Cataluña, él es un doble espía. Es un hombre que se mueve. En ese momento, había un grupo organizado de pistoleros pagados por la patronal para confrontarse con el sindicalismo emergente que era, básicamente, la CNT. Y lo que hace este hombre es un doble juego para beneficiarse económicamente siguiendo unos métodos en concreto: infiltrar gente en un sector…

Se hace muy amigo de Bravo Portillo, líder de lo que llamaban Banda Negra, el gran grupo de violentos organizados.

Cuando Bravo Portillo muere, lo que hace el barón de König es erigirse líder de este sector. Durante mucho tiempo, consigue unos beneficios económicos brutales, una influencia muy fuerte a base de esta perspicacia, esta inteligencia de moverse como espía, que, por un lado, infiltra al sector obrero pero por otro lado, también propicia un atentado a la patronal para después poder generar una respuesta.

En ese periodo, es un hombre muy temido por su gran influencia. Se mueve en los años veinte con una influencia muy fuerte en Cataluña.

Él se exilió, si no recuerdo mal, a París y, finalmente, acabó su trayectoria. En 1945 murió, pero, poco antes, todavía se dedicaba a traspasar refugiados nazis que querían huir de Alemania cuando veían venir el final de la guerra. Por lo tanto, un hombre de cuya vida se podría hacer una magnífica novela.

¿Quién fue Martínez Anido?

Martínez Anido fue el gobernador civil de Barcelona del 1920-22. Claro, Martínez Anido es el hombre que lleva el conflicto entre patrones y obreros a la cima.

Es el hombre que inspira al Sindicato Libre, es un hombre del crimen, por así decir, pagado por el patrón y obsesionado con acabar con la CNT a través de fórmulas inimaginables.

Piensa que el periodo en que él fue gobernador, creo que fue 1920-22. Después, es un hombre degradado, incluso le retiran del ejército y se va a vivir a Francia.

Pero cuando llega la guerra civil y Franco gana, acaba siendo ministro del primer gobierno de Franco; es decir, es restituído en una buena situación.

¿Qué hace él? Llevar el enfrentamiento al paroxismo con la violencia más absoluta. En su periodo, hay unos 800 atentados, mueren unos 200 sindicalistas, algunos de ellos importantes. Atención, En el año 1920, Francesc Layret muere asesinado y, en 1923, también Salvador Seguí, conocido como ‘El niño del azúcar’, por lo tanto, son dos referentes muy importantes.

También mueren asesinados 100 empresarios, 50 policías; es decir, las estadísticas son aterradoras. Es el gran conflicto, sobre todo, si tenemos en cuenta los números, con más pérdidas del bando obrero, y sobre todo, por la pérdida de dos hombres míticos por su referente obrerístico como eran Francesc Layret y ‘El niño del azúcar’.

Pero es un hombre que, al final, en 1922, viendo que se le ha ido de las manos, que la violencia genera más violencia y que se ha entrado en una espiral extraordinaria, el momento en que la dictadura de Primo de Rivera llega, es retirado públicamente.

Pero insisto, durante el franquismo, vuelve a ser recuperado y acaba teniendo cargos importantes, e incluso, siendo ministro.

Los peligros de accidente laboral llegaron a ser tan altos que, incluso La Vanguardia, que es un periódico más conservador y que no suele prestar tanta atención a estos problemas de seguridad laboral, llegó a criticar estos temas. ¿Podrías hablar de las concidiones laborales tanto de adultos como de chavales en las fábricas y talleres en Barcelona?

La situación laboral es terrible, es decir, piensa que las jornadas laborales son de 13 o 14 horas, con unos sueldos miserables, que si miras los precios de los productos básicos como el pan, ya no hablo ni de la carne, sino el pan o las verduras; el sueldo se les va con una alimentación básica.

En unas viviendas indignas, en pleno barrio viejo, con calles estrechas, con falta de aire, falta de higiene, aglomeración de gente.

Por lo tanto, todo este fenómeno hace que, finalmente, el estado deba hacer alguna determinación.

Al final, en 1900, se hace una ley para proteger a los trabajadores, sobre todo de accidentes laborales, que es la gran lacra.

¿Por qué? La maquinaria todavía es poco sofisticada, la intervención humana es muy fuerte. Esta ley de 1900, considerada un gran avance, dice cosas como que las mujeres no pueden trabajar más de once horas, por lo tanto, pueden trabajar hasta once; que no se puede hacer trabajar a los niños de menos de once años, lo que significa que se les hacía trabajar, incluso habla de imponer el descanso dominical.

Esto en 1900, es decir, once horas de trabajo como mínimo [máximo], los menores de once años no pueden trabajar y los domingos festivos.

Claro, ¿qué quiere decir, cuál es la situación real? Que se está explotanto a niños de ocho o nueve años y que se hacen jornadas de catorce horas.

Todo esto, claro, además, con una normativa poco respetada por el empresario, es decir, la ley se crea en 1900 pero sigue habiendo explotación.

Yo he visto el archivo, miras documentos de la Maquinista Terrestre y Marítima en la España industrial, miras En las listas de trabajadores, ves a niñas de 8, 9, 10, 11 y 12 años trabajando en las fábricas, a mujeres…

¿Por qué? Una mujer ganaba menos que un hombre y un niño ganaba menos que una mujer. Entonces, esto lo acabamos de comentar, hace que, en el sector del algodón, el 60% de los trabajadores sean mujeres y el 20% sean niños.

Es una explotación infantil brutal. ¿Qué provoca esto? Niños que duermen poquísimo, pésimamente alimentados, víctimas de las todavía comunes epidemias como el cólera, el tifus…

Por lo tanto, ¿accidentes laborales? Gente poco preparada, máquinas antiguas, agotamiento físico, jornadas inacabables…

Cuando Ildefons Cerdà hace uno de los estudios para el Eixample, habla de la esperanza de vida del trabajador en Barcelona, y creo que dice que es de 33 o 34 años.

Por lo tanto, dibujamos una situación en la que, sin abonar la a veces violenta acción del obrerismo, es evidente que tenían toda la razón en todas las reivindicaciones que llevaban pidiendo años y años.

Desde 1890 en adelante, la clase obrera, como hemos comentado, se manifestaba con bombas, con huelgas, manifestaciones del anarcosindicalismo… ¿Cómo llevan estos problemas urbanos a estas formas de protesta y, finalmente, a la colectivización que se dio durante los años treinta?

Hay una evolución muy fuerte. Hemos hablados del pandillerismo. Esta evolución también empieza expresándose sobre las acciones clandestinas durante un periodo.

Hay un libro de un chico que se llama Federico [Vázquez] Osuna, si no recuerdo mal, que se titula así, ‘Baixos fons i anarquisme’, en el que retrata muy bien esta situación que se está produciendo de degradación de la situación y de cómo llega un momento de estallido revolucionario.

Aquí tendríamos que ver un poco la situación. Todo el mundo subterráneo y el mundo de la delincuencia que se va moviendo hacia el mundo de la política y algunos de ellos acaban ocupando cargos.

En todo esto, la guerra es el gran liberador de unas fuerzas ocultas que, en muchos aspectos, después se manifiestan de forma clara.

Sobre todo en el periodo en que el anarquismo tiene mucha fuerza y la FAI tiene mucho peso, patrullas de control, antes lo comentaba, el tema de las milicias antifascistas.

Todo esto genera la irrupción de muchas personas, algunas de las cuales son de un estrato social muy bajo, de un analfabetismo muy fuerte. Pero también genera algunos de los grandes mitos que hay hoy en día.

Por ejemplo, en este sector hay vidas tan mezcladas como visibilizadas, como siempre se ha hablado de Ramón Mercader, el catalán que asesinó a Trotski en México.

Pero claro, para entenderle a él, tienes que entender la vida de la madre, de Caridad del Río, una señora nacida de padres españoles en Cuba, aristócrata, casada con un industrial catalán llamado Pau Mercader, tuvo cuatro hijos y, de golpe, en el ambiente de Paral·lel se ve contaminada por la ideología revolucionaria y acaba convirtiéndose en una estalinista brutal.

Educa a su hijo Ramón y le convence de que mate a Trotski en México, ese es el famoso asesinato de Trotski.

Este fenómeno ha dado lugar a tres libros sensacionales que me permito recalcar. Uno es de Leonardo Padura y se titula ‘El Hombre que Amaba a los Perros’, es una biografía novelada de Ramon Mercader. Otro es una tesis de Eduardo Puigventós que se titula ‘L’home del Piolet’ porque se puso un piolet dentro de la americana y se lo clavó en la cabeza. Y el tercero, que salió hace poco, de Gregorio Luri, titulado ‘Asaltando los Cielos’, que es de la Caridad del Río/Mercader, que era el apellido del marido.

Es la vida de esta gente, que se transmuta o bien desde la aristocracia, lo cual es muy raro, o bien desde el bajo mundo de la vida política.

Después te encuentras con mucha gente que ocupa cargos de responsabilidad en un estrato social muy bajo, con muy poca formación, y con un discurso muy fuerte en este sentido.

También, uno de los elementos más claros es el famoso Escorza. Manuel Escorza del Val, que es un líder, digamos, radical que se instalará en la casa Cambó en Vía Layetana.

Es el famoso autor del asesinato, secuestró a unos Maristas, hizo que el colegio Marista francés pagara cierta cifra y los devolvió muertos, diciendo que ua los liberaba, solo que los liberó muertos.

Al final, este hombre transmutó y fue a Chile, y allí se convirtió en periodista cultural.

Vidas así. Todas esta suma de procedencias bajas, en el caso de Escorza es la convicción, él era un hombre con poliomielitis y llevaba muy mal esta enfermedad, convencido de que esa era la sentencia por haber sido pobre.

Por lo tanto, hay odios ancestrales, incubados, muchas venganzas, también hay gente muy concienciada. Hay una mezcla brutal durante todo lo que después desembocará en el movimiento de las colectivizaciones, puede ser leído de dos formas.

Algunos lo leen como una actuación pionera que inspiró otros movimientos; muchos hablan de que el movimiento de Tito en Yugoslavia tiene que ver, en gran parte, porque había sido brigadista en la guerra civil española.

También tiene una parte, que es verdad, que una parte de las fábricas colectivizadas, si no llegan a ser reformadas para hacer armas, balas o bombas, no habían tenido funcionalidad alguna porque no había una preparación para llevarlas a cabo.

Es un ámbito muy debatido todavía pero sí que es verdad que es una experiencia novedosa, extraordinaria. Por ejemplo, en el mundo del cine, de los medios de comunicación, fue más fácil porque había gente preparada en el sector; los logros que hizo el mundo de las fábricas son más cuestionables.

Pero aún y así, es el resultado de una sociedad enfadada, de una sociedad en guerra pero que, mientras está en guerra, y esto fue el gran problema de la república, está en guerra contra el enemigo, Franco, pero en Cataluña, está en guerra contra la propia sociedad y esta es una de las críticas más fuertes que se han hecho hacia el anarquismo, hacia la FAI.

Es decir, dedicaron más tiempo a perseguir, quizás, al enemigo interior que a confrontarse contra el enemigo exterior y, probablemente, sea una de las causas de haber perdido la guerra, esta dualidad de acción.

Has mencionado el bajo mundo, ¿podrías comentarlo un poco?

El bajo mundo, básicamente, ya digo, este libro de Federico Vázquez Osuna, ahora me ha salido bien el nombre. Es un libro extraordinario, él pudo buscar en los archivos judiciales y reflejar muy bien a la gente que proviene del mundo de la delincuencia.

Una mezcla de nativos con gente venida a Cataluña en los últimos años, sobretodo procedente de Murcia y Andalucía, pero como componente común radical, una cierta dosis de ignorancia y, sobre todo, una carga de violencia histórica, de creer que debían pasar factura del mal que se les habían hecho.

Esto genera figuras de todo tipo: desde el delincuente estricto, como algún caso que asaltan bancos, que se dedican a secuestrar a gente; como los que evolucionan y acaban ocupando, como Aurelio Fernández, cargos públicos en la Generalitat, uno acaba siendo consejero.

¿Qué pasa con este sector? Este sector ha sido cuestionado y el libro ayuda a ver el claroscuro de este sector porque esta gente, más allá de los ideales verbales de justicia, de igualitarismo, socialismo, etcétera, al final de la guerra, en 1938, muchos de ellos desaparecen.

Y muchos de ellos se van con muchos bienes. Lo explica el propio García Oliver, que es un líder importante.

En un momento dado, el Crédit Lyonais de Lyon abre el banco en domingo para que entren joyas y dinero de Cataluña.

Aquí haría falta mucha más investigación.

¿Por qué? Ellos dicen que se llevan el dinero porque, una vez en el exilio, tienen que reconstruir el movimiento, tienen que ayudar a eso, pero aquí también hay mucho enriquecimiento personal.

Es difícil ver quién estaba ahí. Tarradellas también ha sido acusado de haberse ido con dinero pero es verdad que, al final, en los años sesenta, vivía miserablemente.

García Oliver y Aurelio Fernández también han sido acusados de haberse ido con mucho dinero y joyas, productos de confiscación y secuestros.

Es difícil ver la línea, y este libro [‘Anarquistes i Baixos Fons’, o ‘Baixos Fons i Anarquistes’], ayuda a ver la línea entre lo que realmente luchó por ideales y lo que luchó por motivos de enriquecimiento.

A ver, muchos de ellos, dicha sea la verdad, viven en el exilio 20 o 30 años sin trabajar, por lo tanto, algunos de ellos…

Un grupo muy fuerte se va a Taumalipas, a Guadalajara, a Puebla, en México y se instalan allí separados del mundo

Otros se van hacia Cuba, otros hacia Chile, muchos se quedan en Francia.

Sería interesante descubrir qué hay de verdad de que se lleven dinero para ayudar a los exiliados, que en parte es verdad, hay verdad en que algunos casos, también es cierto, son por puro enriquecimiento.

Han aprovechado la ocasión y se han enriquecido. Hay un libro llamado ‘Entre el Roig i el Negre’ que explica el diario de un pistolero anarquista llamado Josep Serra.

Que, cuando iban a embargar casas, la orden era quemarlo todo. Este señor, en una masía de Vilafranca, iba guardando objectos de valor, joyas.

Y, en el año 1938, cogió un barco, se fue hacia Londres y vivió 25 años de su vida a cambio de esto. Quiero decir que hay un poco de todo.

¿Por qué cuesta tanto, y ya acabo, averiguar qué ha pasado? Porque en el periodo de dominio, en los años 1936-37, del sector más radical se queman casi todos los archivos judiciales.

Porque ellos tenían claro que allí estaban los expedientes de inculpación de muchos de sus militantes.

Y, con mucha inteligencia en el caso, tienen claro que el archivo es un arsenal de información, es un espacio donde pueden aparecer documentos que les comprometan y, de forma ordenada, dieron órdenes al archivista de la época, a Duran y Canyameres, de que les fuera dando los expedientes de los años 10, 15, 20, 25 y los van quemando todos. Solo dejó una pequeña parte en el fondo, la que este señor pudo salvar.

Era una forma de ser impunes. Por lo tanto, no debían tener la conciencia muy tranquila quemando veinte años de historia judicial.

Con la excusa de que podría ser utilizado malevolamente para otros, en realidad, lo que hacen es limpiar el pasado y consagrar la impunidad y nos quedan estas dudas de quién fue quién en determinados momentos.

 

¿Nos puedes explicar qué paso en julio de 1936?

Sí, el 18 de julio de 1936 es el momento del alzamiento de las tropas, digamos, lideradas por Mola, por Franco, contra el gobierno de la república.

Esto era un fenómeno que ya se había ido incubando durante un tiempo, es decir, ya había un conflicto abierto en una parte de la sociedad española más conservadora y el ejército contra las medidas que, desde abril del 1931, imponía la república.

Temas de libertad religiosa o de una sociedad menos controlada por la iglesia, temas de reformas sociales, temas de los estatutos de autonomía y del País Vasco.

Es decir, se había ido incubando una animadversión muy fuerte contra la república.

La república, realmente, tomó una decisión completamente equívoca. Trasladaron muy lejos a los militares más hostiles: Franco fue enviado a África, Mola [a Navarra].

Es decir, los fueron alejando en lugar de tenerlos cerca. Pero esto lo aprendieron en la época de la transición política. Adolfo Suárez, cuando supo que había grupos militares que se reunían, lo que hizo fue llevar a todos a Madrid y así los tenía controlados cada mañana.

Esta vez aprendieron la lección. Allí no, pensaron que alejarlos era la solución.

¿Qué hicieron? Les dieron todas las facilidades del mundo.

Mola desde Navarra y Franco desde Marruecos se alzan contra la república.

Una parte del ejército y de la Guardia Civil se mantiene fiel a la república.

Y esto ocasiona, rápidamente, que una parte de España sea la España Nacional y la otra la España Republicana.

Y, a partir del 18 de julio de 1936, empieza oficialmente la guerra civil.

En Cataluña consiguen parar el golpe de estado militar con la participación de los anarquistas y es a partir de aquí cuando los anarquistas ganan este poder tan fuerte.

Porque ellos son los que, en cierta forma, entran en los cuarteles, cogen las armas y dicen que ellos son los que defienden la república.

Y esto les da poder, armamento y una capacidad de actuar que se cobrarán, prácticamente, hasta julio del 1937.

Es el inicio formal de la guerra civil. Todo el mundo sabe que acaba en febrero de 1939 con la derrota, finalmente, de la república. La guerra tiene muchos vaivenes.

Lo más importante es que, a pesar de que las potencias aliadas deciden que no se puede intervenir España, a excepción de contados apoyos rusos cobrados adecuadamente, la república queda muy sometida a sus propias fuerzas.

Mientras que el Franquismo se encuentra con el apoyo de Mussolini, de la armada, sobre todo, de los alemanes y, en menor medida, de los italianos.

España es un campo de pruebas de lo que será la [segunda] guerra mundial.

Es decir, los alemanes vienen aquí a entrenarse. La participación alemana e italiana es muy decisiva para la victoria de Franco.

La supuesta neutralidad aliada condena la república. Más allá de los propios errores de la república que ya he mencionado antes.

Sobre todo en Cataluña se mantiene esta doble guerra. Hay quienes, en lugar de ir al frente a pegar tiros, prefiere disparar aquí persiguiendo a curas o a seminaristas.

Ahora lo simplifico pero quiero decir que, más allá de los errores que se cometieron, a nivel geoestratégico, creo que los aliados cometen un error.

Ven el movimiento demasiado radicalizado, demasiado en manos de los comunistas, de los socialistas y creen que no les interesa, en el fondo, una victora de la izquierda y, sin decirlo, en el fondo, no dejan de ayudar al régimen franquista, el cual tolerarán hasta el año 1975, cuando muere el general Franco.

¿Qué fueron las murallas mediavales y cuándo y por qué se demolieron?

En la época medieval, las ciudades eran amuralladas. Son ciudades en continuo conflicto.

Incluso a veces con una doble muralla, el más tradicional de la época romana y una segunda muralla más fuerte de la época medieval.

¿Qué creaba? Creaba ciudades muy defendidas, con portales para entrar a la ciudad, por lo tanto, con un control de entrada y salida muy estricto pero también una presión demográfica muy importante.

Una construcción dentro de las ciudades hacía que todas estas calles de Barcelona, que puedes encontrar alrededor del Mercado de la Boquería, por donde quieras, que tenían esas vueltas, ¿qué hacían? Eran calles sobre las cuales se construía un arco y se construía encima de este.

Hay una sobreocupación extraordinaria, la densidad de esta ciudad es brutal. En detrimento de la ventilación, de la higiene, ya lo hemos dicho, de la aglomeración, de la falta de salubridad, de todos estos elementos.

Todo esto es razonable durante mucho tiempo. El Raval estaba fuera de los muros de la ciudad, es decir, La zona de Ramblas abajo, a la derecha, estaba fuera de las murallas.

Cuando llegó la guerra, la gente entraba en la ciudad, cuando terminaba, se salían. Era una reconstrucción constante. Si estaban en guerra, a veces arrasaban los barrios de alrededor y se volvían a construir. Esto es un fenómeno en Barcelona, en Gerona, en todas las ciudades amuralladas.

Hasta que llega el momento en que la guerra cambia su percepción. El armamento es tan sofisticado que una muralla, en cierta forma, no lo puede resistir.

Tenemos que pensar que, en muchas ocasiones, se atacaba con bombas con una cierta explosión pero, sobre todo, eran para impactar.

Era piezas macizas que iban picando la muralla hasta que la derrumbaban.

Más tarde, llegaron las bombas de explosión pero tenían una importancia relativa.

En el momento en que, sobre todo a partir del cambio de siglo, hay una modernización muy importante del armamento muy fuerte que hace que…

Primero, ya no hay conflicto abierto con Francia, que era el gran rival, el gran conflicto; ni las guerras entre Cataluña y Castilla, eso ya se había terminado.

Así, lo que ven es que la muralla constriñe la ciudad, es un corsé que la tiene encerrada, y es cuando empieza a haber el discurso regeneracionista de ‘Abajo las murallas’ como discurso regeneracionista.

Esto empieza en 1860 y sigue adelante.

En realidad, el Eixample de Cercà es el resultado de esta idea, decir ‘derrocamos las murallas’. Esto se va alargando, tirando abajo pieza por pieza.

Las ciudades que han tardado más en hacer esto han conservado mucha muralla. En Barcelona encuentras si vas por la calle Banys Nous, por muchas de estas calles, si vas a bares o a restaurantes, donde tienen un trozo de muralla romana.

Aquí se conserva mejor la muralla romana que la medieval porque, en ese momento, se utilizaba para construir.

Al lado de la catedral, en la propia Casa de l’Ardiaca, el archivo histórico de la ciudad, todo el fundamento de abajo: las torres romanas, la muralla romana.

Es decir, se conserva más la romana que la medieval porque, en ese momento, la romana se utilizaba como pared de carga para construir.

Y se reutilizaba todo. En el momento en que aparecen las excavadoras, esto se acaba, se demole todo. En ese momento, reutilizar era importante.

A partir del cambio de siglo, a partir del Eixample de Cerdà, se derrocan murallas y nace una nueva ciudad.

Algunas ciudades, por ejemplo Girona o Montblanc, tienen una muralla, o Tarragona tiene una parte de muralla. Barcelona, comparando la muralla que tenía, podríamos decir que no se conserva nada de la muralla medieval y que, en cambio, curiosamente, se conserva la del siglo I o II antes de Cristo, que es toda la muralla romana.

Quizás escondida dentro de las casas pero todavía es visible en algunos tramos de la ciudad.

¿Qué efecto tuvo esto sobre la gente trabajadora y sobre la élite?

El derribo de las murallas lo que hace es abrir la ciudad, la ciudad crece.

A pesar de eso, Barcelona no deja de ser una ciudad pequeña. Por así decir, la ciudad de Barcelona se abre al plano.

Gran parte de la industria que ya se había ido trasladando fuera, es decir, a Sant Martí de Provençals, durante la segunda mitad del siglo XIX. Era conocida como la Manchester catalana.

Allí había más porcentaje de industria que de trabajo agrícola. En Sants, había más peso industrial.

Son estos famosos municipios que Barcelona agrega en 1898 para crear la gran Barcelona. Barcelona ya era una ciudad pequeña y aquí se da un fenómeno doble: el derribo de las murallas y la política de anexión.

Se anexionan Sant Andreu, Sant Martí de Provençals, Gracia y, más tarde, Horta, en 1907 y Sarrià en 1923. Es decir, Barcelona va creciendo porque se va enganchando a su entorno y el derribo de la muralla es el gran elemento que permite esta conexión.

Antes, Gracia estaba muy lejos. Se abre el Paseo de Gracia, que sube hacia arriba, Major de Gràcia; hacia Sants, lo mismo, la carretera de Sants.

Es decir, el derribo de las murallas articula una expansión que en 1898 ya era muy visible porque, a pesar de la parte de la muralla que todavía había, la ciudad había ido creciendo fuera de los muros. Lo que provoca el derribo es religar el tejido urbano y crear una conurbación casi continua.

En 1898 es cuando consiguen un decreto de anexión por parte del gobierno del estado.

Por eso, el modelo actual de Barcelona de distritos es un modelo que responde a esta idea: está el distrito de Sant Martí, el de Sants, el de Gracia, el de Sant Andreu, el de Horta…

Porque responde a una ciudad descentralizada, a una ciudad que es la suma de ciudades.

En la época de Pascual Maragall, el partido socialista supo ver muy bien que, para no tener problemas de independentismo dentro de Barcelona, había que hacer una política de descentralización.

En esto fue muy inteligente avanzándose a un movimiento vecinal muy reivindicativo, con su propia historia.

En esto sí que supo ver que se podían sentir barceloneses y, a la vez, del barrio. Todavía hay gente mayor de Sarrià y de Sant Andreu a los que oyes decir ‘Hoy subo a Barcelona’.

Porque todavía tienen en la cabeza esa idea de ir a Barcelona porque, realmente, eran pueblos independientes, en ese sentido.

¿Qué puedes contarnos sobre la exposición de 1888?

La exposición de 1888 tiene una gran importancia… Barcelona tiene dos exposiciones universales, la de 1888 y la de 1929.

La del 1888 es la que más afecta al área de Montjüic y genera la construcción de edificios. En ese momento, en 1888, una exposición universal implicaba dos elementos muy importantes.

Hoy en día, está pensada como una exposición efímera, construyes y, después, todo se derriba.

En Sevilla quisieron conservar una parte que se había hecho, la mitad de las cosas se han tenido que acabar derribando porque claro, quedan muchos edificios por ocupar.

En ese momento, la idea era la contraria: poder hacer grandes obras de construcción que, en principio, eran reutilizables.

El Palacio de Montjüic es ahora el Museo Nacional de Arte de Cataluña.

Una parte de las instalaciones que se hicieron son museos, otras son cuarteles, otras escuelas.

Generaba una construcción extraordinaria, por eso, una de las primeras ondas fuertes de inmigración vienen con la exposición universal de 1888, que es cuando, de golpe, en pocos años, es necesario construir.

Pero en esa época no se construía de forma efímera. Esto significa que muchas construcciones eran de ladrillos, de una cierta solidez, con cierta modernidad.

Por lo tanto, en este sentido, es uno de los primeros fenómenos de modernización de la ciudad.

Genera mucha ocupación, un fuerte movimiento económico y genera rehabilitaciones de partes de la ciudad que quizás no eran muy adecuadas, toda la zona de Montjüic, en ese momento, que emerge como un nuevo centro.

Y es donde se hacen construcciones que, insisto, hoy en día todavía funcionan perfectamente y tienen usos públicos.

¿Nos podrías comentar algo de la historia de la parte vieja de la ciudad?

En el centro histórico de la ciudad está la parte del barrio judío, que está detrás del ayuntamiento.

Está todo lo que era el intríngulis de las calles medievales que ha sufrido cambios muy importantes.

Uno de ellos es la apertura de la Vía Layetana. En ese momento, es una operación cuyo objetivo era crear una ciudad comercial.

Lo que hacen al abrir la Vía Layetana desde el mar hasta la Plaza Urquinaona es romper con todas las calles y callejuelas que había. Si no, ahora, la fisionomía seguiría siendo estas calles que veíamos del barrio viejo de Barcelona, la Plaza del Pino, toda la calle Petrixol, todas esas calles y callejuelas.

Toda la ciudad, en este sentido, era así.

La Vía Layetana es la primera apertura fuerte, que más tarde, también sirve para que el metro pase por allí.

Esta es una de las operaciones fuertes que se hacen y que tienen un gran impacto. El otro fenómeno es que, durante los años 50, se quiere convertir el centro en un museo.

Entonces, se hacen obras muy poco adecuadas, es decir, intentar que todo aquello parezca más antiguo.

Por ejemplo, el lugar más fotografiado de Barcelona es entre la Plaza Sant Jaume y la plaza de la catedral, al lado del palacio de la Generalitat, hay un puente donde todo el mundo saca fotografías; ese puente es de los años veinte.

Fue creado para juntar los dos lados de la calle, ya para comunicaciones, en ese momento, era la diputación. Y, en cambio, todo el mundo saca fotografías allí cuando, en realidad, es un invento de los años veinte.

Hay un chiste de la época que dice ‘Busco el barrio gótico’, dice un turista. Y un ciudadano le contesta, ‘Ah, ¿el barrio gótico? Es eso que están construyendo ahora en Barcelona’.

Porque, realmente, toda la fachada de la Vía Layetana, que parece una muralla a la izquierda, todo eso es reconstruído.

Es decir, es una obra que imita al gótico pero hecha después del franquismo, en el momento en que el franquismo empieza.

Por lo tanto, es un barrio que todavía conserva unos valores, sobre todo las calles interiores, más estrechas, conservan lo que era la ciudad medieval.

Ahora, con estas dos grandes intervenciones. Espacialmente, el barrio gótico, la catedral y los alrededores, que son los lugares donde la gente pasea más, y la Via Layetana como una operación, en ese momento, industrialista, comercial, de tener una ‘city’, un espacio dentro de las grandes ciudades europeas, como Londres, que tenía su espacio de negocios. Un espacio que fracasó, quedan muy pocas compañías. Casi todo son pisos de viviendas, en este momento.

Has mencionado el barrio judío, ¿nos lo podrías comentar un poco?

Sí, el barrio judío, claro…

Cataluña tenía una población de judíos muy importante. Muy importante, básicamente, desde el siglo X.

Y el Call es el barrio más importante de Barcelona.

Se ha hablado mucho del de Gerona porque Gerona lo ha sabido vender muy bien y se ha convertido en una referencia turística.

Quizás porque está muy bien ubicado, se ha restaurado muy bien, es un referente. Curiosamente, el barrio judío de Barcelona era el más importante de la Corona de Aragón, seguro.

Había llegado a tener, tranquilamente, 8 o 10.000 habitantes, tenía una sinagoga, sus espacios de carnicería, baños públicos…

Es decir, era una sociedad fuerte. Se movía, sobre todo, detrás de lo que es el ayuntamiento de Barcelona. En esas calles, hoy en día, todavía está la calle del Call.

Todo lo que es la Boquería en dirección a la derecha, incluso llega a la calle Ferran, que es una calle construída posteriormente, había sido una zona muy activa económicamente. Había gente de negocios que concedía préstamos, entre otras actividades.

Y hasta su expulsión en 1492, es una Aljama, que es su forma de gobierno. Su gobierno es reconocido y respetado.

¿Por qué? En parte son prestamistas del rey y esto les da un papel muy importante.

Pero también entra en conflicto que, al ser prestamistas, muchos cristianos se endeudan con ellos y esto genera…

En parte, los continuos asaltos al barrio judío, 1331, 1391. Los pogromos durante Semana Santa, el momento de máxima exaltación religiosa. Asaltar el barrio judío era una reconocida práctica clásica.

En este sentido, el barrio judío de Barcelona, a partir de 1391, cae en descenso por un asalto muy fuerte que se produce y, en 1492, la expulsión es la sanción definitiva.

Pero ha quedado el barrio, lo que pasa es que, curiosamente, está muy poco en el esquema mental de los barceloneses y de los turistas.

Donde antes estaba la sinagoga, ahora hay una especie de espacio de culto que han hecho pero no irradia la misma potencia que otros barrios judíos, como en Gerona o Tortosa.

Pero había sido muy importante para la economía barcelonesa en la época medieval.

¿Quiénes eran los Laitanii?

Sé que es una tribu pero no sabría decirte mucho más.

¿Podrías hablarnos de los refugios antiaéreo que se construyeron?

Sí, durante la guerra civil, ante los bombardeos indiscriminados, está la práctica de constuir refugios.

Muchos de ellos se hacían excavando, por eso hay en Pueblo Seco, en la montaña, pero se han ido descubriendo más en otras partes de la ciudad.

Pero el de Pueblo Seco es el más conocido porque, al ser excavado dentro de la montaña, se puede visitar; en la ciudad, hay algunos que se pueden visitar.

¿Qué hacían? Era una excavación o bien subterránea, o bien aprovechando una montaña, donde había túneles, asientos, luces básicas, y era donde se refugiaba la gente en el momento de los bombardeos.

Se construyen muchísimo así, hasta el punto en que la práctica de los refugios catalanes llega a ser tan fuerte que, durante la guerra mundial, en Londres, también imitan, en cierta forma, la misma estrategia, la misma técnica.

Había un servicio, una persona que se dedica a investigar sobre esto, y ha encontrato 70 y pico.

Con el tiempo, algunos han quedado enterrados, colgados por las obras o, algunos de ellos, curiosamente, han sido descubiertos mientras hacían obras o cavaban allí.

Insisto, el refugio de Pueblo Seco es el más visitado, es el que han podido ambientar mejor. También hay en Sant Andreu, en otras partes de la ciudad.

Pero quizás, para quien quiera conocer qué es un refugio, el de Pueblo Seco es el más importante porque está muy bien conservado y allí dentro podía haber unas 300, 400 o 500 personas mientras duraba el bombardeo.

Cuando se acababa el bombardeo, todo el mundo volvía a su casa. Las sirenas sonaban avisando del bombardeo y la gente que podía iba allí.

El metro también se utilizaba pero, en este caso, son construcciones específicas de refugios hechos para defender la vida de las personas.

¿Cómo se habló del bombardeo de Barcelona en los periódicos?

Claro, los bombardeos de Barceloona son conocidos porque, claro, es un bombardeo sobre la población civil, en parte atribuído a la aviación italiana y a la franquista.

Es un momento de la guerra en que ya no hay ningún tipo de, digamos, de pacto, de respeto a la población civil.

En ese momento, la guerra ha llegado a un punto en que el franquismo quiere ganar a cualquier precio.

Y el bombardeo de posiciones civiles es una práctica cuotidiana. Se ha hablado mucho de esto porque hay grabaciones, fotografías, está bastante documentado, sobre todo a partir del 1938, los reiterados bombardeos sobre Barcelona, que serán uno de los factores que hará que mucha gente abandone la ciudad.

Tiene una parte de aterrorizar a la gente, de asustarla. Es el imprevisto, oyes aviones, hacen apagar la luz en las casas y a ver si tenemos suerte y no cae en nuestra casa.

O corremos hacia el refugio.

También tiene la parte de desmovilización, de la gente que se iba a vivir al campo porque, en la ciudad, era muy difícil. Esto lo explican muchos cronistas de la época, muchos escritores, que la gente que podía les enviaba fuera.

Pero insisto, los bombardeos han sido muy visualizados en la medida en que han sido documentados. Y esto los hace más reales, en el sentido de películas, fotografías.

Y, sobre todo, los testimonios. Xavier Benguerel, muchos escritores que explican su vivencia de estar en casa, de la gente que no se movía del piso y decía ‘me da igual, aquí me quedo, y si cae la bomba, mala suerte’.

De la gente que tenía esta presión constante de ir al refugio y salir del refugio.

Sobre la Plaza Real, ¿cuál es la diferencia entre su reputación hace cien años y como es hoy en día?

La Plaza Real, claro, su nombre ya lo indica. Es una plaza de pórticos, de prestigio; una construcción, en el momento, embellecedora.

Piensa que en la Plaza Real, en los años 60, si no recuerdo mal, cerca de los 70, vivió Mario Vargas Llosa, vivió Gabriel García Márquez, durante una época, vivió Lluís Llach, artistas conocidos de la época.

Es decir, era una plaza muy de Barcelona, con prestigio, con un espacio interior.

Con el tiempo, ha ido degenerándose un poco y es una plaza con problemas, policía constante, delincuencia, drogas; si vas a tomar algo allí, la policía viene y te dice que es mejor que no pierdas tus cosas de vista.

Es decir, se ha convertido en un espacio turbio dentro de las Ramblas. Ha sido mejorado pero que, para erradicar al pequeño narcotraficante, al pequeño delincuente, han ido apartando la jardinería, un espacio mucho más bonito.

Han ido, digamos, cimentándolo. Dejando la fuente en el centro y hormigón en lo demás para tener una mejor visualización.

Por lo tanto, una plaza que, para la presión de delincuencia que ha sufrido, del pequeño traficante de droga, ha pasado de ser un lugar valorado, con viviendas dignas e, incluso, con gente conocida viviendo allí…

A ser un lugar que ha perdido un poco el pedigrí, la perdido el valor que tenía.

Aún y así, todavía es un emplazamiento fantástico, sería un lugar maravilloso donde vivir si no hubiera estos problemas, digamos, de seguridad.

¿Por qué tantas brigadas internacionales?

Dentro de la guerra civil, hay un fenómeno importante que es el de las brigadas internacionales.

¿A qué obedecen? Las brigadas internacionales tienen una doble vertiente.

Es aquello de ‘¡Proletarios del mundo, uníos!’ y ¡Ayudadnos en la lucha contra el fascismo!

Viene gente desde Estados Unidos, desde Cuba, desde Alemania, desde Inglaterra, desde países muy distintos para apoyar a la república.

Uno de los motivos es ideológico, ven que el movimiento de Franco está en sintonía con el fascismo y el nazismo y que, por lo tanto, hace falta plantarle cara a un movimiento de derecha radical. Son un poco visionarios con todo esto.

Hay una parte de aventureros.

También está el hecho de la fuerte reacción cuando los aliados declaran que no intervendrán en la guerra civil española. La gente dice, ‘pues si nuestros países no quieren intervenir, iremos nosotros’.

Claro, aquí viene gente tan fantástica como Geroge Orwell que, además de haber escrito 1984, escribe un libro fantástico que mucha gente desconoce que se llama ‘Homenaje a Cataluña’, donde habla de su vivencia.

También viene Ernest Hemmingway a pegar tiros.

Aquí viene un personaje tan siniestro y extraño como lo es un cubano llamado Rolando Masferrer, que acaba siendo un mafioso al que asesinan con una bomba en Miami.

Viene mucha gente, algunos aventureros, pero la gran mayoría es gente que cree en una causa universal de justicia e igualdad y que nos estaríamos engañando a nosotros mismos si creyésemos que el fascismo y el nazismo son temas españoles.

Ven, yo creo que con una gran visión de futuro, que esto es un problema internacional y que es necesario confrontarlo.

Muchos de ellos, de estas brigadas internacionales, también vienen de Yugoslavia, de Rúsia, de muchos países.

Todavía hay asociaciones de este tipo.

Por ejemplo, acerca de la columna Lincoln, creo que el archivo está en Nueva York. Es decir, algunos de ellos generan, son miles de personas que vienen aquí a la guerra civil.

Algunos de ellos escritores que lo que hacen es, quizás no tan en primera línea como George Orwell o Hemmingway, pero dejan escritas páginas memorables sobre la guerra.

Muchos jóvenes luchadores, fotógrafos reconocidos. Bobby Capa también está por aquí sacando fotografías.

Hay una mezcla extraordinaria con el elemento común de una gran ilusión, una gran convicción de que hay una lucha universal contra el fascismo y también hay una parte de sentimiento ideológico y de fraternidad universal.

Es un fenómeno interesante, hay mucho escrito sobre las brigadas internacionales. Y que su problema era que muchos de ellos no eran militares, no sabían luchar y, por lo tanto, sufrieron muchas bajas, eran carne de cañón al ponerse en primera línea sin la preparación necesaria.

Pero bueno, fue un apoyo importante y real, más allá de lo simbólico, a la causa de la república.