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Ramon Alberch

Entrevistado el 19 de octubre de 2017 para la serie documental Catalunya Barcelona .

¿Podrías empezar explicando el referendum del 1 de octubre para la gente de fuera de España?

El referendum del 1 de octubre es un poco difícil de explicar para los que no están dentro del ámbito catalán.

¿Cuál es el problema? Hacia fuera, se ha explicado que es un referendum ilegal porque no está aprobado por el gobierno del Estado y no está enmarcado en las normas constitucionales adecuadas.

Cuando se explica esto a alguien de fuera, normalmente, piensa que sí, que no es un referendum acordado y, por lo tanto, no debe tener validez.

Pero claro, si explicamos un poco por qué ha sucedido así, quizás se entienda mejor.

Rápidamente.

Había un estatuto de autonomía en Cataluña votado en 2005 por los catalanes de forma mayoritaria.

Pasó unos trámites parlamentarios, donde fue substancialmente recortado y, en agosto de 2006, se aprobó un estatuto de autonomía que no era, en ningún caso, el que el pueblo de Cataluña había votado.

Digamos que, a partir de aquí, hay un movimiento político que pasa del autonomismo al independentismo.

Es decir, La gente tenía una mentalidad autónoma y de entenderse y de consensuar y compartir. Se cree que no hay solución, que las reivindicaciones de Cataluña no son escuchadas en Madrid, o, concretamente, en el gobierno del Estado.

Han recortado las competencias tanto como han podido y aquí es cuando se inicia un proceso que, reiteradamente, sobre todo el 11 de septiembre, la fiesta nacional de Cataluña, millones de personas salen a la calle reivindicando un cambio en la relación con el Estado.

Como el Estado, en este caso, gobernado primero por el PSOE y después por el Partido Popular, dos partidos que tanto si son de derechas como de izquierdas, creo que casi no difieren en su visión respecto al tema catalán. La gente ve que realmente no existe la capacidad de llegar a un acuerdo.

Que, una decisión que debería ser política y hablar sobre ella, se enfoca desde un punto de vista eminentemente jurídico. La constitución de España lo prohibe porque consagra la unidad de España y no se puede hablar de eso.

Como aquí muchos hemos pensado que todo se puede hablar y discutir, lo que pasa es que se hace un 9N una vez, una especie de referendum muy provisional, pero después, el del 1 de octubre de 2017 se plantea seriamente.

A pesar de que no hay aprobación del gobierno del Estado, desde Cataluña, se dictan una especie de leyes que creen que les dan la capacidad de hacerlo.

Aquí se ha desembocado en una situación de serio conflicto entre la legalidad catalana y 2.300.000 personas que fueron a votar que están, mayoritariamente, a favor de la independencia y piensan que es legítimo.

Con el gobierno del Estado apoyado por el PP -el Partido Popular-, Ciudadanos y el PSOE, que piensan que es ilegal y que se debe frenar de la forma que sea. Y esto ahora supone un conflicto muy serio.

¿Por qué crees que la gente con cierto poder adquisitivo suele estar más a favor de la independencia que la gente de una clase social más baja?

Yo creo que hay dos fenómenos que pueden explicar esto.

En parte, la gente con cierto poder adquisitivo a veces también corresponde a un cierto nivel cultural.

Generalmente, corresponde a dos elementos: Uno, normalmente, personas con muchos años de arraigo en Cataluña. Por lo tanto, con un sentimiento catalán muy arraigado, muchas raíces en Cataluña y tenen muy arraigada la cultura, la lengua, la personalidad y la identidad catalana.

Quizás también tiene que ver con el factor cultural en el sentido de que la persona que tiene un factor cultural y, a veces, económico, tiene la capacidad de captar las sutilezas que tiene un debate de este tipo.

Yo entiendo que hay personas sencillas e igualmente merecedoras de respeto, pero muy sencillas, que hacen un analisis muy rápido y muy simple y, por tanto, en seguida se inclinan por un lado u otro.

El problema del tema catalán yo creo que es un tema que admite una gama de grises muy amplia. No es blanco ni negro. Hace falta tener cierta capacidad de analisis, de raciocinio, de entenderlo.

Yo entiendo perfectamente que haya gente a la que le cueste.

Pero es posible que se dé este fenómeno, seguramente debe ser algun estudio sociológico en que, a más nivel económico, quizás más arraigo con el país, más fácil de entender la situación y quizás más partidario de la independencia.

Esto no engaña si vemos cómo se votó el 1 de octubre en zonas de Girona, Vic…

Zonas donde hay una población mayoritariamente catalana muy arraigada desde hace mucho tiempo y el nivel de votación es mucho más alto. En cambio, las zonas del entorno de Barcelona como Sant Boi, Santa Coloma, Cornellá, etc, allí el nivel de voto es más bajo porque se crea una concentración de gente que lleva menos años en Cataluña, o quizás directamente no les preocupa, o quizás no acaban de entenderlo y se han quedado en casa porque ellos se sienten españoles y no les concierne, o quizás creyeron que no tenían que ir a votar.

Es verdad que esto sucede. Hay gente que habla de fractura, yo no diría eso. Yo hablaría de que hay dos Cataluñas que, por sus procedencias y orígenes, ven este problema de diferente manera.

Ahora, yo creo que, a pesar de todo, hay paz social, hay concordia… Yo tengo amigos unionistas y amigos independentistas.

Se discute, pero yo no he visto esto que se dice a veces de fractura en familias.

Alguien puede molestarse pero yo creo que se lleva con bastante inteligencia y con mucha tolerancia.

¿Cómo se podría comparar la situación actual con el catalanismo del siglo XX?

Hay paralelismos.

¿Cuál es la situación actual?

Hoy creo que es 19 de octubre.

19, 19 de octubre.

Parece que queda muy claro que pronto el gobierno del Partido Popular decidirá que se suspende la autonomía catalana y parece que el gobierno catalán declarará la independencia.

Por lo tanto, debemos practicar futurismo porque quizá faltan 48 horas para que esto pase, pero creo que irá por aquí.

¿Cómo se puede explicar esto?

Si miramos atrás, hay dos hechos históricos que se parecen bastante.

Uno fue la proclamación de la república el 12 de abril de 1931 cuando Esquerra Repúblicana de Cataluña, que era un partido fundado hacía pocos meses, gana las elecciones municipales de forma abrumadora.

Pronto, esto lleva a una victoria en las elecciones generales de las izquierdas y termina con la caída de la monarquía de Alfonso XIII, el exilio de la familia real, que ya no se recuperará hasta la vuelta de Juan Carlos en los años 70.

Claro, en ese momento, el 12 de abril de 1931, Francesc Macià declara la república catalana.

Al cabo de unas horas, negocian con Madrid, la República Catalana estaba dentro de la Federación Ibérica, en la que incluso estaba Portugal.

Al cabo de unas horas, se retira, lo deja estar, negocian con Madrid y deciden que harán un estatuto de autonomía. Y así hacen.

Que también se denomina Estatuto de Núria porque se hizo en el Santuario de Núria. También terminará, se aprobará por plebiscito en Cataluña y, en 1932, se aprobará en Madrid seriamente recortado.

Quiero decir que en esto también tiene similitudes con el de 2005 – 6, que al final, el último se aprobó en 2006, tiene similitudes.

El segundo hecho histórico que muestra mucho esto es el hecho de que el 6 de octubre de 1934, también en un contexto de gran tensión política, en un país políticamente polarizado, Cataluña y España.

España también, con políticas de derecha de la CEDA, los partidos de izquierdas, le ley de reforma agraria. En Cataluña, la ley contratos de cultivos tocaba elementos que la burguesía bienestante y los terratenientes tenían como sagrados.

Con este nivel de conflicto, un anarcosindicalista, la CNT y la FAI, partidos muy radicalizados en ese momento en el tema sindical, finalmente ocurre que Luis Companys declara la República Catalana dentro de la República Federal Española y tiene un parecido con las amenazas actuales.

Luis Companys va a prisión condenado junto con todo el gobierno catalán. La condena era 30 años de cárcel.

Lo que ocurre es que, en 1936, gana el Frente Popular y hay una liberación de presos, entre ellos, Companys, que es recibido por grandes multitudes y vuelve a ser presidente de la Generalitat a partir de febrero de 1936 hasta 1940 cuando, desgraciadamente, sea fusilado en Montjuic por el Franquismo.

Lo digo porque, en este periodo de 1934 a 1936, hay una suspensión de la autonomía catalana, lo que ahora se está intentando buscar desde el Partido Popular, Ciudadanos y el PSOE, y durante estos años, hay un gobierno desde Madrid.

Portela Valladares y diferentes delegados del gobierno, presidentes en la sombra, que intentan gestionar la autonomía catalana también con poco éxito.

Es una gestión administrativa no política.

Lo digo porque si miramos el 6 de octubre de 1934, ahora hace 70 y pico años, hay muchos paralelismos.

Acabó con una victoria de las izquierdas y tuvieron que reponer el gobierno de la Generalitat.

No sé si ahora irá por aquí pero la historia enseña que tanto Francesc Macià con la proclamación de la república en 1931 como más tarde, en 1934, Companys, quizás es la tercera vez que hay un conflicto de este tipo.

El primero se resuelve con Macià de forma dialogante, el segundo con encarcelamiento. Este también tiende a parecer que será un conflicto resuelto de forma no pacífica; al menos, de forma judicial y con encarcelamientos y personas que no podrán seguir ocupando los cargos políticos. Ya veremos cómo irá.

La semana que viene lo veremos con más claridad.

Pero bueno, yo creo que la cosa va por aquí.

En algunas entrevistas, hemos hablado con gente que se considera anti-independencia porque dicen que son libertarios y preferirían un mundo con menos estados. ¿Podrías comentar un poco esto y decir por que el libertarianismo es tan popular aquí, en Cataluña?

Aquí hay una tradición anarquista y libertaria muy muy potente.

En los años 30, la CNT y la FAI son partidos anarquistas.

La diferencia es que la CNT es un sindicato más pacífico en su manera de funcionar y la FAI, durante la guerra, es un grupo violento, por decirlo de forma moderada.

En Cataluña, hay una tradición anarquista muy fuerte desde principios de siglo XX.

Yo diría que a partir de la Guerra Civil Española, quizás por las atrocidades que hizo la FAI, el anarquismo ha perdido algo de fuerza.

Pero sigue habiendo mucha gente que tiene pensamiento anarquista. Incluso hay gente que tiene nombres claramente del ámbito anarquista; se ponen nombres geográficos o referidos a este ámbito.

Es un ideal que no ha cuajado nunca en ningún sitio.

Los estados, nos gusten o no, son elementos de gobierno, de orden, de estabilidad y de racionalidad.

No se conocen países donde no haya estado. Yo lo entiendo como un sueño casi utópico.

Se puede estar en contra de la independencia pero eso tampoco resuelve la situación.

Es decir, estás igualmente en un Estado, uno que a veces te oprime más que otro que podría empezar.

Yo lo veo altamente respetable pero pienso que viene de estas fuentes del anarquismo tradicional, en principio, pacifista, siempre pacifista. Insisto en que la FAI es una excepción del anarquismo, que no es en absoluto violento en sus planteamientos de un mundo idílico, de un cierto sueño de igualdad absoluta, de que no hacen falta gobiernos porque la gente se regirá con sentido común y sabrá hacer las cosas de forma adecuada.

Por desgracia, yo creo que la sociedad va hacia lo contrario, cada vez más, hacia la necesidad de gobiernos, ya sean pequeños o grandes, que establezcan órdenes, criterios, consignas, gobernación…

Por lo tanto, pienso que es respetable, una utopía respetable.

¿Qué acciones tomó el gobierno central el 20 de septiembre?

¿Te refieres al 20 de septiembre de este año?

A ver, lo que hace el gobierno central cuando…

Lo que hace el gobierno central desde el primer momento es manifestar públicamente que el referendum es ilegal y no se puede realizar y garantiza que no habrá ni urnas, ni rótulos, ni ninguna posibilidad de votación.

Para eso, se buscan aliados en Europa para decir que todo lo que se pueda hablar, debe hacerse dentro del marco de la constitución española que consagra este principio de la unidad indisoluble de España.

Lo que hace el Partido Popular días antes del 1 de octubre es consolidar y vender este principio jurídico legal.

Es decir, hay una constitución votada por los españoles en el año 1978, olvidando que hace 39 años que se votó y que un 60 y pico por ciento de los españoles no la han votado.

La votamos las personas que tenemos más de 50 años, casi más de 40. No, más de 50 porque debías tener 18 años. Así, tienes que tener 50 y muchos para haberla votado.

Por lo tanto, significa que una parte de la población no la ha votado pero sí que se defiende desde el Partido Popular esta idea de la unidad de España como un dogma.

Es decir, es un tema que no se puede discutir, es un tema dogmático.

Esto ocurre mucho con la religión, las verdades absolutas.

Para ellos es un dogma y, por lo tanto, cualquier acción que se planifica en ese momento es legítima porque los demás están cometiendo una ilegalidad.

Y con este mecanismo simplificador es donde se ha articulado todo el proceso después de la represión policial, de la persecución de las urnas, del envío de barcos con policías nacionales y la Guardia Civil a Barcelona.

Y se ha articulado todo un acoso militar, entre comillas, de momento, sin ejército, para frenar lo que ellos consideran una ilegalidad que debe ser castigada.

Como no ha habido diálogo para la política, la situación actual deriva de acuerdos que hace falta decir que son unánimes, menos Podemos, decir que el PSOE, el Partido Popular y Ciudadanos comulgan totalmente con la represión como único método de diálogo con la Generalitat de Cataluña.

¿Qué crees que fue lo que llevó a la Generalitat a hacer el referendum a pesar de que fuese ilegal?

A ver, La Generalitat de Cataluña había reiterado en muchas ocasiones que mientras tanto, había ido haciendo unas leyes, llegó un momento que consideró que la legalidad catalana estaba por encima de la legalidad española, que no se reconocía al Tribunal Constitucional ni a otros órganos del Estado por manifiesta hostilidad hacia Cataluña.

A partir de aquí, ellos montan una estructura legal. que puede ser discutible, pero la organizan.

Desde Madrid, se va recurriendo todo esto y declarándolo ilegal pero aquí consideran que ya están en otra fase, que es que Cataluña está en condiciones, que ya son mayoritarias en el Parlament de Cataluña las fuerzas independentistas. Votan todas estas leyes de transitoriedad, todos los elementos que hacen posible el 1 de octubre y, desde ese momento, se encaminan claramente hacia el 1 de octubre.

Yo creo que aquí, el gobierno del Estado cometió un error, que era menospreciar la convicción como la astucia del gobierno, como la convicción de los ciudadanos, como el gran compromiso que hay por una parte del a población.

A veces se habla de la mayoría silenciosa, quizás sí, pero en Cataluña hay una mayoría muy activa.

La prueba es que los que fuimos a votar, hicimos llegar las urnas, las papeletas, llevárselo, fue un juego de auténtica imaginación y que, a pesar de la presión que hubo, fue a votar un 43% de la población.

Después hay gente que dice que bueno, que un 43% no es el 50%, que no es suficiente.

Bueno, yo diría que en las condiciones en que se realizó, se demuestra que detrás había una planificación mucho más seria y que aquí, quizás, el gobierno, al menospreciar el 9N primero, cuando se hizo con el presidente Mas pero digamos que era una fiesta popular, esta vez yo creo que ellos estaban convencidísimo de que habían conseguido evitar la votación y que lo confiaron mucho a una actitud puramente policial sin pensar en la capacidad de la sociedad civil, a través de Unió Cultural, de la Assamblea Nacional, para organizarse.

Cuando yo fui a votar, hubo una gran cantidad de gente rodeando el colegio que claro, era muy difícil para veinte policías entrar dentro cuando había unas 500 personas delante de la puerta.

Claro, aquí hubo un exceso. Estas declaraciones de Soraya Sánchez de Santamaría de ganaremos 9-0, aquel triunfalismo de ‘no serán capaces de votar’, yo creo que pensaron que la gente no osaría, que la presencia policial les asustaría y al final no se llevaría a cabo.

Se ha demostrado que el gobierno catalán, el compromiso que tomó en un momento determinado, lo que decidieron en el famoso pleno, les ha llevado hasta las últimas consecuencias.

Tienen coherencia, otra cosa es que tengan razón o no, lo cual es discutible.

Pero no se les puede negar coherencia en sus principios, la han tenido sin ningún tipo de duda.

A veces se dice que todos estos intentos desde el gobierno central y de Rajoy de postura tan en contra de la independencia son, puramente, maniobras políticas para ganar más votos en las próximas elecciones. ¿Crees que esto es cierto?

Yo creo que el PP tiene una fuente de votos en España y lo sabe, y el PSOE también, que es el anticatalanismo sencillo, el prejuicio que, probablemente, no es del madrileño hacia el catalán, a veces también es del catalán hacia el andaluz.

España es un país de profundos y arraigados prejuicios.

La fama de que el andaluz es un vago y un viva la vírgen, que es muy simpático pero que no trabaja; que el madrileño también es muy simpático pero también está todo el día tomando cafecitos, es decir, es todo un país, y aquí también hago autocrítica, en que todos tenemos muchos prejuicios arraigados.

Pero es que el prejuicio hacia Cataluña, en este caso, ha sido muy potenciado desde Madrid porque han visto que era una pedrera de votos, que aquí conseguirían muchos votos con esta acción contra el catalán o contra Cataluña, contra la lengua.

Muchas veces, aprovechando elementos claramente propios de la ignorancia.

Todavía siguen saliendo diputados en Madrid diciendo que aquí los niños no estudian castellano, cuando la media de notas ha demostrado que aquí, los niño catalanes sacan mejor nota que los de Madrid, un 0.4 más. 7.47 aquí y ellos 7.10.

Por lo tanto, rompe totalmente con la idea de que aquí el catalán no se enseña o no se enseña bien.

Pero estos principios están arraigados y la gente lo sigue repitiendo, la gente sigue pensando de verdad que aquí no se respeta al castellano, que es una lengua que nadie tiene en consideración.

Yo, a veces, lo explico diciendo que hay 7 millones y medio de catalanes que saben hablar castellano y, en cambio, solo hay 4.5 que saben hablar catalán.

Por lo tanto, no hay ningún tipo de igualitarismo.

Yo creo que en qué pienso que pueden haberse equivocado?

Los votos anticatalanes, ya los tienen, yo creo que no los aumentarán con este tema. Y menos cuando el PSOE, que podría ser la línea fronteriza de votos, se ha apuntado a la misma batalla.

Yo creo que en un momento determinado, y esto es pura ciencia ficción, yo creo que ellos pensaron que no osarían a llegar tan lejos, que Cataluña no llegaría tan lejos, que el gobierno no llegaría tan lejos, que la gente no sería tan valiente. Y ahora están un poco sorprendidos de haber cogido una línea jurídico legal que era la que llevaría a pacificarlo todo y ahora se encuentran en una camino difícil.

Porque claro, aplicar el 155… El sábado se reunirán y lo aplicarán pero todo el mundo sabe que se está abriendo un cajón y no sabes qué encontrarás dentro, qué consecuencias puede tener esto.

Dicen, no, unos subsecretarios de Madrid que gobernarán Cataluña…

Es muy complicado. ¿Y la gente se quedará en casa y dirá ‘bueno’?

Yo creo que la opresión anticatalanista, como todas las opresiones de ‘anti’, son opresiones que, a corto plazo, hacen ganar muchos votos pero a medio o largo plazo es muy mal negocio.

Por lo tanto, dudo que esto les de más éxito más allá de que consigan una suspensión de la autonomía. Lo pueden hacer porque tienen el poder militar, policial y mayoría absoluta en el Parlamento de Madrid, por lo tanto, puede ser que esto vaya por aquí.

¿Crees que puede estar pasando lo mismo con Puigdemont? ¿Que pueda estar haciendo política para conseguir votos?

Yo conozco a Puigdemont, ha sido alcalde de Girona durante muchos años y todos le conocemos.

Claro, Puigdemont tiene un extra de credibilidad por dos motivos.

Primero, él ya era independentista cuando muy poca gente lo era, por lo tanto, tiene este currículum, no se ha apuntado en el último momento, que es la acusación que se podría hacer a Artur Mas o alguien como él, dicen ‘estos señores se han apuntado para tapar vergüenzas, para tapar corrupciones’. Antes era fácil hacer este discurso.

No con él. Él es una persona que es independentista desde hace muchos, muchos años. Cuando no era razonable serlo, bueno, razonable ha sido siempre; quiero decir, no era común serlo. Era una minoría de personas que lo defendían y muchos pensábamos que el entendimiento con España debía ser ineludible.

La otra cosa es que, a parte de ser astuto, es una persona de principios, es decir, si alguien pensaba que él cambiaría de opinión de golpe, lo dudo.

También ha demostrado cero ambición política, él ha reitirado muchas veces que no quiere continuar, que él hará este periodo y que después se irá a casa o, quizás, a la cárcel. Pero que no seguirá.

Por lo tanto, dudo que en su caso, en el caso del presidente Puigdemont y de su grupo, dudo que haya un cálculo, yo creo que hay una dosis importante de patriotismo. Creo que es de las muchas personas que piensan o que pensamos que una Cataluña como un país independiente podría ser un país más libre, más próspero, mejor organizado, más culto…

Y bueno, lo está intentando aplicar.

Otra cosa distinta es si lo conseguirá o no.

¿Cuál fue la importancia del discurso de Puigdemont en el Parlament el 10 de octubre?

Yo creo que el discurso de Puigdemont tiene…

Cuando hizo el discurso, hubo gente que digo ‘ha dado un paso atrás’ o ‘nos ha traicionado’ cuando la declara pero la suspende.

Yo creo que Puigdemont hizo una lectura muy realista de la situación.

Penso “a ver, hemos ganado un 43% pero podrían ser muchos más porque hay 170 colegios cerrados, toda la beligerancia policial, por lo tanto, es un resultado contundente, el 90% no daba pie a un error.”

Por lo tanto, él dice que aquí tenemos una fortaleza por gestionar pero también recibe llamadas de Europa, muy seguramente.

Durante este periodo, ¿qué ha hecho Europa? Yo creo que han estado diciendo no a hacer actos unilaterales porque Europa no los podrá aceptar.

El Estado interlocutor es España, el Estado Español y no hagáis estos actos de ruptura, digamos, porque Europa no dará casi respuestas por ello.

A pesar de que, un día, se le escapó al presidente Claude Juncker que “bueno, si al final son independientes, qué vamos a hacer, habrá que aceptarlo.”

O también, una secretaria norte americana de relaciones exteriores acabó diciendo lo mismo.

Al final, todo el mundo sabe que no es algo como Albania o Kosovo, no es el caso de países de los Balcanes, donde se hizo violentamente. Aquí es un movimiento pacífico.

O Letonia y Lituania con la caída de Rusia, que eran casos casi de una realidad caída por su propio peso y Europa, aunque iba diciendo que no, se lo tuvo que comer.

En este caso, Europa ha estado preparada, se les ha ido diciendo ‘cuidado, que Europa no podrá aceptar un acto unilateral’.

Él hizo una jugada, yo creo, inteligente; de decir ‘yo declaro la independencia porque es un mandato pero la suspendo provisionalmente a la espera de que el gobierno del estado español decida hablar.

Yo estoy convencido de que él ya sabe que el gobierno español no quiere hablar, ya sabe que no. El PP no se va a poner ahora a negociar la independencia, seguro que no.

Pero, de cara a Europa, es como decir ‘veis que hay voluntad de entendimiento, ganas de llegar al objetivo marcada y que nos sentimos apoyados pero no queremos hacerlo de manera radical, rompiendo con todo’.

Otra cosa es que Europa después sigue sin moverse, no parece que haya nadie con ganas de mediar menos el gobierno belga y algún otro.

Por lo tanto, quizás alguna de las esperanzas que podría haber aquí, que quizás era que alguien en Europa dijera ‘a ver, estos señores lo han hecho democráticamente con todas las dificultades que quieras, y tienen ganas de hablar, así que intermediamos’.

Europa se ha ceñido a que es un asunto interno de España y que debe arreglarlo España.

Por lo tanto, él hizo lo que debía hacer pero, probablemente, él, como yo, no sabe qué pasará pasado mañana y se van tomando decisiones a medida que las toma el otro.

Si Cataluña consiguiese la independencia, ¿crees que habrá o que hay alguna preocupación sobre la unidad de los catalanes, en el sentido de juntar tantas visiones diferentes?

A ver, seguramente, será una de las asignaturas pendientes.

Ahora, en el supuesto caso de que Cataluña fuese independiente, al final.

Hay una parte de la población muy activa, que ahora ha sido un 43 pero que puede ser el 50 y pico tranquilamente, a los que les parece bien.

Siempre hay un 25 – 30 que no va a votar nunca.

Cuando dicen que hay un 50% que dice que no, no, a ver, digamos la verdad, en las votaciones vota un 70 y pico por ciento.

En Cataluña y en España, siempre hay un 20 y pico por ciento de gente que todo les da igual, les es indiferente.

Lo digo porque a veces se plantea este tema, de decir que hay un 50% que está en contra. No, hay un 50% a parte que una parte seguramente está en contra, y otra parte a los que les da igual la independencia que la unidad, no opinan ni van a votar.

Por las razones que sean, porque son apolíticos, porque les importa más el día a día, o el propio día a día les preocupa más que la política.

Lo digo porque queda un 25-30% que podría ser beligerante, de la cual una parte pienso que, si viera que las cosas se rigen con lógica, bien hechas, con respeto en esta sociedad perfectamente bilingüe en la calle, y que la economía se aguanta bien, pienso que al cabo de un tiempo habría una Pax Romana que dicen, creo que habría tranquilidad.

Pero sí que tendrán que hacer gestos a esa gente que se siente muy española y que ve esto como un estado de agresión y que piensa que va en contra de sus ideas y sentimientos.

Claro, incluso la gente dice ‘yo tengo parientes en Andalucía’. No tienes que abandonar a tus parientes andaluces, la gente muchas veces lo lleva al terreno emotivo.

Yo tengo familia fuera, mis padres eran de no sé dónde… bueno, escucha

También hay emotividad, y esto es muy difícil de controlar.

Está el tema de la lengua materna, los que se sienten legítimamente castellanoparlantes, que es su lengua.

Yo creo que si fuese así, tendría que haber mucha sensibilidad y estar lejos de radicalismos, lejos del ‘hemos ganado y ahora impondremos’.

Yo pienso que esto que se está diciendo de dos lenguas cooficiales es inteligente y que se impondría para volver a ser lo que éramos, un país tranquilo y pacífico.

Yo sigo pensando que somo muy poco beligerantes, lo hemos sido más, históricamente. Yo creo que ahora, las últimas generaciones son marcadamente pacifistas.

Pienso que, a pesar de todo, si hubiese independencia, en poco tiempo se podría reestablecer una paz civil y una convivencia sin demasiados problemas.

¿Podrías explicarnos qué es el Partido Demócrata Europeo Catalán?

¿El Partido Demócrata Europeo Catalán?

El PDeCat.

Ah, sí. Siempre lo he llamado PDeCat, ahora al decirme tú… Podemos volver a empezar.

El PDeCat es una tranformación de Convergència y Unió, claro, esto viene de lejos.

Jordi Pujol crea Convergència en 1980 y, al cabo de poco, se unifica con un partido minoritario pero con un pedigree histórico que era Unió Democràtica que, en ese momento, estaba encabezado por un político muy relevante que era Miquel Coll i Alentorn.

Cuando hacen el pacto de Convergència i Unió, Convergència ya sabe que Unió es muy pequeño pero que es un partido de los años 30, cuyo líder, uno de los más importantes, Carrasco Formiguera, fue fusilado por el Franquismo en Burgos en 1938. A pesar de ser un hombre de misas, también era catalanista. Era católico y catalanista, y lo de católico no le sirvió para nada. Fue fusilado igualmente.

Ellos sabían que juntaba un pedigree histórico, aunque fuese minoritario.

Por un tiempo, crearon una coalición de intereses que funcionó.

Unió salía ganando mucho porque aunque fuesen pocos, tenían un papel público representativo importante. A Convergència le iba bien también porque había evitado un partido que se parecía mucho a ellos y a la vez les daba esta ruta histórica de un partido que tenía 50 o 60 años de historia en los hombros.

¿Qué pasa? En el momento en que estalla el tema Pujol y también pesan las contradicciones, confluyen dos fenómenos.

Por un lado que Unió Democràtica, encabezado por Duran i Lleida, empieza a desmarcarse del movimiento independentista, primero tímidamente, y después, de forma absolutamente radical.

Lo cual provoca una fractura entre ellos y la demostración evidente de que Unió era un partido minoritario, que todo este 20 y pico, 30 por ciento que tenía de cargos era un puro pacto entre ellos por la historia que habían vivido juntos.

Pero después, no tiene ningún tipo de representación parlamentaria y aparece el fenómeno, todavía no muy claro, del dinero de Jordi Pujol en Suiza y, lo que ya era público y notorio, la vida poco edificante de algunos de los hijos de Jordi Pujol.

Esto lleva al PDeCat, el Partido Democrático Europeo, a crear este partido. Es decir, se tienen que lavar la cara, era un partido autonomista, tenemos detrás una cierta rémora de corrupción que parece que se puede llegar a probar y, cuando hacen esta reformulación del partido, que se reconvierte en un partido más soberanista con una nueva imagen, intentan renovar los comandamientos con gente más joven. Están en este proceso.

La historia dirá si este movimiento ha sido una estrategia adecuada o si les ha hecho perder. Yo creo que han perdido al votante moderado que podría estar con ellos y al votante no independentista también.

Para eso están las encuestas. Esquerra Republicana aparece muy por delante del PDeCat que, cuando era Convergència, había sido el partido mayoritario.

Pero claro, no es tanto porque hayan cambiado de nombre como que al cambiar, al reformular su doctrina, han perdido a gente que, en algunos sentidos, quizás era de pensamiento muy autonomista, muy legítimamente catalán, pero no independentista.

Por lo tanto, el tiempo dirá. Ahora parece que la estrategia relativamente exitosa, que no es mucho, la veremos en unas elecciones abiertas, si no van junto con Esquerra Republicana.

El tiempo dirá si han hecho bien.

Las razones parecen bastante claras, las razones por las que se ha tomado este camino.

¿Podrías decirnos qué es la CUP y cuál fue su reacción al discurso de Puigdemont?

La CUP es un partido que aparece en el ámbito municipalista. Yo recuerdo, cuando apareció, inicialmente fue en pequeños municipios y fue creciendo.

Es un movimiento que no ha tenido prisa.

Yo recuerdo cuando entraron los primeros regidores en Girona; fue una sorpresa.

Era la Candidatura de Unidad Popular, muy de izquierdas e independentista.

Es producto de este contexto histórico y lo digo como algo positivo.

En el primer mandato, tienen un trío brillante: David Fernández, Quim Arrufat e Isabel Vallet.

Lo hacen tan bien, son tan equilibrados, duros cuando es necesario pero con cordura, pragmáticos, con un buen discurso público, y consiguen este milagro de tener diez diputados y ser la balanza absoluta.

Junts pel Sí ha necesitado a la CUP durante todo este periodo para poder aprobarlo todo porque, con ellos, hacen mayoría absoluta.

Qué papel… la reacción de ellos.

Claro, la reacción de ellos, dentro de las reacciones que podría tener la CUP, yo creo que ha tenido una, contraria a lo que piensa mucha gente, yo creo que ha tenido una reacción notable, sensata, cuerda.

Pienso que, con su currículum, que Puigdemont dijese independencia y después dijese atención, pero suspensión, en otros momentos, probablemente hubiesen ajado las cartas y hacer caer al gobierno.

Yo pienso que, en este caso, lo han criticado, han sido muy duros, siguen pidiendo eso, ‘ni un pas enrere’ [ni un paso atrás], la declaración de independencia ya, pero creo que han dado una lección de pragmatismo político.

Han dicho, a ver, esperamos un poco, a ver qué pasa. Esto acabará cayendo por su propio peso pero no han dado pasos irreversibles que llevasen a la caída.

Por lo tanto, yo creo que a pesar de lo que algunos dicen, ha sido duro. Sí, pero conociendo su extracto, jóvenes, revolucionarios, independentistas radicales… Para ellos, el gobierno de Madrid no tiene ningún valor, ninguna credibilidad, no le tienen que hacer caso. Creo que han sido suficientemente patriotas y han visto que, en este momento, si ellos dejaban caer al gobierno, empezaban una batalla distinta en la calle con manifestaciones de otro tipo, creaban un serio problema.

Por lo tanto, yo pienso que han sido sensatos, que han hecho el papel que les correspondía.

¿Qué es Junts pel Sí?

Junts pel Sí es una coalición de intereses políticos en un momento determinado, y lo digo en el buen sentido de la palabra, en que, cuando ya se va a unas elecciones con cierto sentido plebiscitario. Es decir, contamos a los que están a favor y a los que están en contra.

Cuando hacen este razonamiento, Esquerra Republicana, no tan fuerte como ahora, y Convergència i Unió, pero ya sin Unió, se juntan en una gran coalición para ir a las elecciones.

Crean Junts pel Sí porque es el Sí a la independencia, Sí a la soberanía.

Por lo tanto, es el resultado de una coyuntura política donde el cálculo era que sumando se obtendrían más votos que por separado.

Después, calculado a posteriori, no se gana, por mucho que lo pensasen, pero sí que aclara mucho por dónde va el político catalán.

Los que están a favor del derecho a decidir, por así decir. Inicialmente, más que por la independencia, están por el derecho a decidir. Esquerra Republicana de Catalunya, un partido histórico de 1931, y Convergència se juntan. Por lo tanto, la CUP queda fuera porque son muy diferentes ideológicamente pero configuran una mayoría parlamentaria justa.

Yo creo que es una coalición que funcionó en su momento, pienso que hizo un gran papel, fue una operación inteligente. Pienso que, a partir de ahora, probablemente, es dificil que vuelva a repetirse pero, en su momento, tuvo un papel determinado. En algún momento veremos la historia con perspectiva.

Creo que otro día valoraremos si esto fue un error o un acierto. Yo pienso que fue un acierto.

Pero ya veremos qué pasa en el futuro.

¿Podrías hablarnos del artículo 155 de la constitución?

El artículo 155 es muy sencillo, todos lo hemos leído estos días.

Dice, en caso de que una autonomía sea desobediente e inclumpla las leyes, el Estado puede suspender esta autonomía, no dice ni suspender, puede tomar medidas contra esta.

Es un artículo de tres líneas.

Este es el gran problema del artículo 155, que necesita un desarrollo brutal detrás. No está nada claro decir ‘por esto, por esto y por esto, significará esto y esto’. No, sencillamente, dice que si una autonomía por las razones que sea llega a ciertos niveles de desobediencia, la distorsión de no seguir la normativa del Estado, el Estado tiene derecho de tomar las medidas y decisiones adecuadas.

No sé ni de dónde me ha salido la palabra suspensión.

Esta es la gran asignatura pendiente del sábado, que dice que el Senado se reunirá, si no recuerdo mal, el Congreso y después ha de ir al Senado.

Que es lo que harán. ¿Qué significa esto? ¿Es un chicle que puedes ir estirando y estirando y estirando o es algo con lo que tienes que tener mucho cuidado con cómo lo utilizas?

Lo que sí es evidente es que la redacción deja un ámbito muy evidente: puede ir a todo o prácticamente a nada.

Permiten medidas contingentes, algunos dicen que solo se limitará a intervenir más la economía interior para quedarse con los Mossos d’Esquadra e inhabilitar al presidente de la Generalitat y poner un delegado del gobierno… Hay muchas especulaciones.

Lo que sí es cierto es que es un intento de riesgo. Y seguramente, a veces cuando escuchas a Martínez Maillo y a Casado del PP, se te ponen los pelos de punta del nivel de radicalidad, ahora quieren prohibir a los partidos independentistas, lo incendiarían todo.

Sé que también hay gente inteligente en el Partido Popular a los que no les hubiese gustado llegar a esta situación, lo que pasa es que cuando sale el Rey por televisión y dice ‘no, no’. Deja la puerta bien abierta a la aplicación del 155. Una situación, para mí, un error histórico que el tiempo valorará.

El PSOE, sin ningún tipo de problema, Pedro Sanchez delibitado por los barones, Felipe González, Guerra, Bono, todo este grupo es muy derechas en este tema. También apoya a Rajoy.

Claro, hay cierta unanimidad. Ciudadamos que sería casi el más radical de todos, con posiciones, a veces, de extrema derecha.

Realmente, hay unanimidad para aplicarlo.

El otro tema es si habrá medidas. Pero ya el hecho de aplicarlo implica un riesgo importante y una respuesta popular, ciudadana, muy dura. Por lo tanto, vienen días muy complicados, lo apliquen como lo apliquen.

Porque, de entrada, tendrán que segregar competencias. En el momento que segregan competencias en la Generalitat, si la vacían de economía y orden público, le están quitando una de sus dos grandes competencias.

Si, además, inhabilitan al gobierno o a parte de este, realmente, se abre un escenario imprevisible.

Esto, ahora…. Me gustaría vivir dentro de veinte años, si es posible, para poder hacer un estudio histórico.

En estos momentos, es muy difícil de ver hacia dónde iremos.

Ahora, ¿es una operación de riesgo? Por supuesto.

¿Por qué hubo una vigilia el día 18 de octubre?

El 18 de octubre es la manifestación que hay en muchos lugares de Cataluña, de forma señalada en la Diagonal de Barcelona, con velas, un simbolismo que protesta por la detención y encarcelamiento de Jordi Cuixart y Jordi Sánchez.

Los líderes de Òmnium Cultural y de Assamblea Nacional de Catalunya.

Claro, esta detención señala hasta qué punto el tema está envenenado y que el Partido Popular, que ha ido señalando aunque no quieran admitirlo, gente proclive a ellos en los cargos más importantes de la Judicatura Española, una parte de la Judicatura ahora se ha acogido a este papel con absuluta radicalidad.

Me han llegado noticias de gente bien informada de que el encarcelamiento de los Jordis, que se dice ahora, y la petición de libertad, nadie del PP la hubiese firmado porque no les gusta, les parece que era echar gasolina a un incendio.

Claro, este juez ha decidido que lo hace así porque, en este periodo, se les ha dado tanto poder al decir que no es un tema político, es un tema de orden público, jurídico, constitucional, ustedes deben tomar decisiones, nosotros respetamos la actitud.

La respuesta de Pedro Sánchez es muy significativa, él dice no, yo no tengo opinión sobre este tema, se ha aplicado la justicia y debemos respetarla.

O sea, yo creo que este es el quid de la cuestión, siempre llevando un problema eminentemente político al ámbito estricto del mundo jurídico.

Y la del 18 es una manifestación de protesta, de decir que dos personas pacifistas han organizado una cantidad de manifestaciones de dos millones de personas, dos millones y medio, sin ningún incidente.

Ahora parece ser que hay acoso y que, según la policía, no pueden abandonar ese lugar porque había una multitud fuera, se les lleva directamente a prisión con una interpretación radicalísima y, por lo que he leído estos días de expertos, con una interpretación muy, muy forzada de la legislación, incluso inventándose conceptos como manifestación tumultuosa política.

Que es una figura jurídica que no existe y es una de las que utiliza el juez.

Dice, se les castiga por manifestación tumultuosa pacífica porque tiene que admitir que es pacífica, no hubo ninguna agresión.

Claro, la palabras pacífica y tumultuosa son difíciles de casar. Lo digo porque estamos pagando un poco, ahora el PP está pagando haberlo dejado en manos de la justicia, donde hay gente proclive al Partido Popular, por lo tanto, con una mirada de España muy integrista. Tendrían que haber sido decisiones políticas.

¿Qué ha pasado hoy a las 10 de la mañana?

Hoy he escuchado que había salido por la televisión y que se había dicho que se aplicaría el artículo 155 y que a partir de este momento como…

La idea es que como el presidente Puigdemont no ha aclarado si había independencia o no, su respuesta no es satisfactoria, esto de decir ‘la he declarado pero la dejo suspendida esperando a hablar con usted’, ellos han considerado que es una declaración implícita que tienen igualmente declarada y que, por tanto, esto no evita la declaración del artículo 155.

Entonces, tendremos que ver cómo se articula.

Lo que sí que hay detrás es que decían ‘si usted convoca elecciones, no pasará nada porque es lo que en el fondo piden los ciudadanos todo el día, elecciones’.

Puede pasar que haya una suspensión del gobierno catalán a corto plazo y una convocatoria de elecciones para el mes de diciembre.

Veremos qué pasa también.

Porque, en la manifestación implícita del presidente Rajoy, hacen esto de ‘aplicamos el 155 y ya veremos cómo lo aplicamos’. Yo creo que el tema de las elecciones está relacionado. ¿Por qué?

Yo creo que si hacen unas elecciones abiertas como ahora, les iría peor. Yo creo que el independentismo tendría más fuerza y esto es una opinión personal.

La gente está muy enfadada y, por tanto, todavía sería más el decir ‘nos reafirmamos’. ¿Y qué haréis si los independentistas sacamos mayoría absoluta?

Por lo tanto, como dicen en catalán, ‘llevas una roca en la faja’; algo esconden.

Probablemente pueda ir detrás un intento, en parte, de declarar ilegales los partidos independentistas, la ideología independentista porque va en contra de la unidad de España, y después se hagan ilusiones de que solo vaya el PSOE a las elecciones, ya veríamos si seguirían aquí, en Cataluña, que lo dudo. Así, sería PP, Ciutadans y PSOE, sabiendo que aquí pueden sacar mayoría absoluta en Cataluña pero claro, después se tendría que ver la abstención que habría.

Si esto lo consiguen con un 25%, no sé si podrán gobernar.

Por lo tanto, es una jugada muy incierta.

Pero seguro que después del artículo 155, el cual dudo que se aplique, haciendo futurismo, con una idea de mantenerlo durante mucho tiempo porque saben que es una economía muy fuerte y un gobierno muy fuerte para tenerlos con gestores administrativos.

Yo creo que detrás habrá, rápidamente, una situación de elecciones que ha pedido Ciutadans y, como tiene la ayuda del PP en la mayoría, quizás lo consigan.

La otra cosa es que qué condiciones pondrán y que esto puede abrir más incógnitas y más problemas y conflictos.

¿Cómo se ganó Barcelona el sobrenombre de la Rosa de Foc [Rosa de Fuego]?

Claro, Barcelona se ganó el sobrenombre de la Rosa de Foc a base de que, en el momento histórico, sobre todo a principios de siglo hasta los años 30, en Cataluña hay una fuerza hegemónica importantísima que es lo que muchas veces se ha llamado anarcosindicalismo.

La fuerza del anarquismo como movimiento rupturista que quiere cambiar la situación del momento en que hay grandes conflictos abiertos en el campos y en la industria.

Así, esta lucha encarnizada en Barcelona que, además, se hace muy evidente en 1909 con la Semana Trágica, la quema de conventos, la represión contra… Bueno, digamos que la sociedad más popular, visto desde Europa, se ve como un referente y un poco como un mito.

La lucha de algunos sindicalistas, de algunos anarquistas, para una mejora de la situación social en que ciertamente, hay desigualdades sociales impresionantes, hay una explotación en el mundo febril brutal, desigualdades brutales en el mundo del campo.

Esto, visto subjetivamente, es así, pero en aquel momento, ya que la valentía de ponerlo sobre la mesa y de generar este movimiento tan importante que llegará hasta 1939 sin ningún tipo de problema.

Hasta 1939 que acaba la guerra y después ya muchos al exilio, que es una manera de que se pierda este sentimiento anarquista porque muchos, la mayoría, se han ido de Cataluña al exilio.

¿Cuál fue el papel de Lerroux en la Semana Trágica y quiénes fueron los jóvenes bárbaros?

Lerroux tiene un papel muy importante.

El movimiento Lerrouxista, en el diccionario, ha quedado un poco ‘este es un lerrouxista’.

Lerroux es una persona de procedencia no catalana que viene a hacer política a Cataluña y que, a besa de grandilocuencia y de una capacidad oratoria importante, consigue aportar a su partido una parte importante del electorado obrero, digamos.

Pero su discurso es marcadamente anticatalanista. Es un hombre en en el tema lingüístico y de cultura catalana, cree que es un tema que manda, la burguesía, la clase media, y que el castellano es la lengua de la clase obrera.

Así, en este aspecto, el Lerrouxismo y su entorno, estos jóvenes creen que la lucha contra la burguesía ha de ser una lucha de conflicto, de enfrentamiento y pasa un buen periodo de tiempo, hacia los años 1920 – 25, antes de llegar a la dictadura de Primo de Rivera, donde el Lerrouxismo conoce una época de expansión muy importante y, más tarde, incluso será un partido muy influyente en Madrid cuando él traslada un poco sus intereses.

Él realmente era un hombre que se movía muy bien en los ámbitos populares, le llamaban el emperador de Paral·lel. En esa época, el Paral·lel era la zona de bares de ambiente popular de teatro.

Era el lugar donde se crea, un poco, la cuna de la gente más radicalizada y que más se movía en estos ambientes.

Él representa esta parte de la sociedad que no se ha adaptado a Cataluña, que no entiende el mecanismo de aquí y que piensa que su discurso contra la burguesía como sistema es la forma de resolver los conflictos.

A la larga, Lerroux acabará pactando con la propia derecha, se irá inclinando a la derecha porque yo creo que tiene un problema, como hoy en día tiene Ciutadans, a pesar de los paralelismos que se puedan hacer, y es que nacen con un anticatalanismo muy fuerte y que la cohesión o el discurso puede ser de otro tipo pero, en el fondo, es una inadaptación en una realidad y en una lucha contra la realidad de un país que, en el fondo, no quieren contemplar ni respetar.

¿Y los jóvenes bárbaros?

He oído hablar de ellos, me parece que era un grupo que iba con él pero preferiría no meter la pata.

¿Qué papel tuvo la mujer de Claudi López Bru en el momento de empezar la Semana Trágica?

Esto no sabría decírtelo, es muy concreto. Si lo hubiese sabido, lo hubiera preparado.

¿Cómo paso la Semana Trágica de ser un alzamiento antimilitar a uno anticlerical?

Es verdad que la Semana Trágica de 1909 es un movimiento antimilitarista, inicialmente.

Tiene que ver también con el conflicto que hay abierto entre el ejército de Cataluña y una parte de la ciudadanía, sobre todo en los sectores de izquierdas.

El hecho de que haga esta transición de un conflicto anticlerical a uno militar tiene que ver, en ese momento, con la conjunción de intereses de clase que volverán a repetirse en la época de la república con la CEDA y el frente de orden y el frente popular.

Hay intereses económicos, sociales y religiosos que se juntan y, en momentos históricos, el ejército, la iglesia, la aristocracia, los terratenientes y la alta burguesía tienen intereses comunes en el frente de los sectores más progresistas, de izquierdas, que acostumbran a ser laicos, revolucionarios y dispuestos a hacer reformas.

Esto ocurrió en 1909 y se repite más tarde en el contexto de la república.

Es un poco esto que se dice a veces, las dos Españas, lo que decía un escritor extraordinario, ‘una de las dos Españas te helará el corazón’.

Todavía persiste un poco la mirada conservadora, religiosa y tradicional con la mirada progresista, laica y de izquierdas. Esto ha sido muy dificil de encajar porque la iglesia quizás no sería tan unánime pero, en estos momentos, la iglesia, el ejército, la aristocracia, los terratenientes y la alta burguesía comulgan totalmente en un mismo modelo.

¿Qué hace la gente? Como quizás era dificil manifestar la agresividad con el ejército porque es un cuerpo armado y eso, queman conventos e iglesias porque es una repuesta de radicalidad porque ellos ven los aliados de un estado de cosas que no les place en absoluto.

Entonces, yo creo que, en el fondo, es una simbología, de iremos a atacar a aquellos que representan o forman parte de la opresión.

Aquí, en este sentido, la famosa quema de 1909 y los versos de Joan Maragall forman parte de este proceso histórico de una cierta fractura ideológica a nivel estatal.

¿Fue la Sagrada Familia saqueada durante la Semana Trágica?

A ver, en ese momento, la Sagrada Familia era todavía una obra muy incipiente. No me consta que fuese saqueada pero quizás lo fue.

Sé que, en ese momento, las obras en la Sagrada Familia han ido arrancando en los últimos 25 años, era una obra incipiente, por lo tanto, dudo que pudiese saquearse nada, pero no lo sé con mucha seguridad.

Durante otra entrevista, nos han dicho sobre la Semana Trágica, ‘La Semana Trágica… Catalanismo’. ¿Podrías…?

No sé si la interpretación es adecuada. Es decir, que siempre ha habido intereses de…

Siempre ha habido intereses en que el obrerismo catalán se manifestase implicado con el tema del catalanismo. Es verdad que siempre ha habido una especie de politicismos, ya lo decía la CNT, o bien anticatalanismo.

Hay algunos, Salvador Seguí ‘El Noi del Sucre’, hay algunos dirigentes políticos sindicales que tienen una mirada muy catalana y proclive al catalanismo, pero son minoría.

Yo no digo que no pueda ser así. Yo creo que más que el catalanismo, el estallido de la Semana Trágica es producto de un conflicto de clases y de que, no quiero decir que desde Madrid alguien viese que les favorecía y que pudiese ir hacía aquí el fenómeno.

Pero sigo pensando que desde siempre, el obrerismo ha estado poco adherido al mundo de la catalanidad y del catalanismo. La prueba es que el catalanismo siempre ha sido un fenómeno de centro-derecha.

Hay movimientos izquierdistas catalanistas pero no habían sido mayoritarios hasta que llega Esquerra Republicana en 1931.

Por lo tanto, respeto la opinión pero sigo pensando que es un conflicto social que estalla en este conflicto que he explicado antes de aunar las fuerzas opresoras. Como es un símbolo de la iglesia, se queman iglesias.

No veo tantas razones de la cultura catalana, lengua catalana, anticatalanismo, no lo veo por aquí.

¿Quién fue Francesc Ferrer i Guàrdia i por qué estuvo entre los ejecutados después de la Semana Trágica?

Francesc Ferrer i Guàrdia es una figura muy importante. Es la cabeza visible de la escuela racionalista que daba mucho miedo en ese momento.

Es decir, Ferrer i Guàrdia tiene la inteligencia y la capacidad de impulsar lo que se llama escuela moderna y escuela racionalista. La palabra lo dice todo.

Tenemos que educar a la juventud sin las dependencias religiosas y clasistas del pasado.

La religión es un elemento que lo que hace es distorsionar a la gente, muchas veces.

La burguesía da una educación determinada.

La educación de los niños y las niñas viene muy determinada por los poderes del Estado y es clásicamente conservadora, tradicional, religiosa y debemos romper con eso.

Así, lo que hace es aprovechar movimientos de vanguardia internacionales para decir no, debemos ir a la escuela moderna, llámese escuela racionalista, y debemos educar a los hijos de obreros. También va dirigido al mundo popular, racionalistas, cartesianos, de reflexión, inteligencia y lejos de las sombras del pasado, míticos, simbólicos, religiosos y clasistas.

Claro, esto da mucho miedo en ese momento. Empieza a aparecer un movimiento vertebrado importante a partir de ateneos, a través de muchos elementos, se empieza a educar al mundo obrero, no a los hijos, sino a los propios obreros, sobre todo, con principios absolutamente laicos.

Y esto era un…

En el contexto de la Semana Trágica, es la ocasión para romper de raíz el movimiento de la escuela racionalista y de ejecutar a su máximo representante, Ferrer i Guàrdia.

Lo que hacen es decir ‘ahora es una ocasión perfecta’. En restrospectiva, parece evidente que él no tiene ningún tipo de influencia, no es el instigador del movimiento pero claro, piensan que la quema de conventos, la agresividad, etc, viene dada por un calentamiento, por un cojín de educación que ha hecho perder a la gente el miedo a castigos divinos, le ha hecho perder toda esta historia del pasado llena de prejuicios, de miedos. Así, es un objetivo muy claro.

Es decir, cuidado, esto ha pasado porque empieza a arraigarse un sentimiento anarquista, racionalista, muy cartesiano, poco proclive a la iglesia, a las clases sociales.

Así, es la ocasión perfecta para eliminar al líder del movimiento, a Ferrer i Guàrdia, y efectivamente, le fusilaron a él y a algunos de los colaboradores de su entorno. Se consigue, realmente, frenar muchísimo el movimiento de la escuela racionalista.