The Story of Sergio Satanassa

Seminal Barcelona drag queen Sergio Satanassa explains what it was like being the first drag queen in the city to the Catalunya Barcelona team.

EN: That was more than forty years ago. I felt different from others. I knew I was a boy, but I had a feminine side. In the late sixties and early seventies, I had to hide that.  In the late sixties and early seventies, I had to hide that. You had to keep your feminine side under wraps. But, by the time I was a teenager, I could see that I had a side that was very womanly. No Drag Queen or transvestism scene existed. So I led a double-life at 17 or 18. By day, I was a normal boy, going to school, and later university, where I studied industrial psychology. And at night, I’d put on makeup, dressing more and more extravagantly, in feminine or ambiguous clothing. I frequented the two or three gay bars that began to open in Barcelona. Eventually, I realized I wasn’t harming anyone. I couldn’t continue with this charade. I wasn’t hurting anyone by exposing people to this feminine side. That’s how it started, mixing up feminine and masculine clothing. Over time, it led to work. I went everywhere like that. I’d wake up. Shower. Shave my face and body. Put on makeup, pick out clothes and go about my day. Shopping. University. I went everywhere like that. As years passed, I started working this way, though now I don’t go to such extremes. Back then, it was a kind of social rebellion. Barcelona and Spain had opened up a bit, but we were emerging from a dictatorship, and people’s minds were not quite ready for it.

 

CAT: 

ES: Pues de esto hace 40 y pico años ya. Bueno, lo que me llevó fué que yo me sentía diferente a los demás. Sabía que era un niño, un chico, pero tenia una parte femenina, de chica, de niña. Que en esos momentos, eran finales de los 60 primeros de los 70, pues eso era que tenia que esconderlo. No podía ser porque tu pensabas que eras una especie de bicho raro, de montruo. En aquella época la parte femenina no la podías sacar. Pero cuando ya empecé con la adolescencia, me di cuenta que tenia una parte muy de mujer. No existia para nada lo que era el fenomeno drag queen o el travestismo. Entonces llevaba como una vida oculta, doble, con 17, 18 años en que por el día era un chico normal, que iba al colegio, que luego iba a la universidad, porque hice psicologia industrial. Y por la noche pues entonces me maquillaba, me ponia… pues cada vez iba mas exagerado. Me maquillaba, me ponia gorros cada vez más extravagantes, ropa femenina ambigua. Y salia por la noche a los pocos locales que empezaba a haver de ambiente por aquí en Barcelona. Y claro, con el tiempo me di cuenta que si no hacia daño a nadie no podia seguir viviendo esta farsa, esa mentira. Y que no hacia daño a nadie exteriorizando una feminidad que tenia. Así es como empecé a vestirme de mujer, a mezclar ropa femenina y masculina, y eso ya me llevó…Luego me llevó a trabajar. En su momento, yo iba a todos sitios así. Yo me levantaba por la mañana y lo primero que hacia era ducharme, afeitarme, depilarme, maquillarme, elegir la ropa que me ponia y así salia a hacer mi dia a dia: a comprar, a la universidad, a todas partes iba así. Luego ya con el tiempo, con el paso de los años, empecé a trabajar de esto, y claro, ahora ya no lo llevo a tal extremo. En ese momento era como una rebeldía social. Vivíamos en un mundo que Barcelona y España empezaba un poco a abrirse. Pero veniamos de una dictadura y de un mundo donde la mentalidad de la gente no estaba preparada para esto.